Abundio Sánchez, un trabajador agrícola espirituano capaz de producir por sí mismo tanto como una brigada de hombres, y Esther “Teté” La O Ochoa, la directora de la Escuela Especial Solidaridad con Panamá, de niños con limitaciones físicas severas, fueron los invitados del espacio Historias de Vida, en la Mesa Redonda.
Una de las primeras definiciones que tuvo la Revolución estrenada en Cuba en 1959, fue la de agraria, y esa condición la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) la refrenda en el año de su 55 aniversario con una fuerza de cíclopes, no solo para rendir homenaje a la historia, sino por el desafío que constituye el autoabastecimiento alimentario.
Cuba fortalece la producción y calidad de las simientes para diversos cultivos, mediante la ejecución de un amplio plan inversionista que incluye la modernización de las 11 biofábricas existentes en el sector que tienen capacidad para producir anualmente más de 30 millones de vitroplantas. El director general de la Empresa Productora y Comercializadora de Semillas del Ministerio de Agricultura, Manuel Rodríguez, expresó que el año en curso contarán con tecnologías más novedosas y mejor equipamiento, lo cual permitirá obtener mayor cantidad de plántulas de superior calidad.
Fieles a su estirpe guajira, los integrantes de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), de esta provincia, se aprestan a celebrar el aniversario 55 de la organización con lo mejor que saben hacer: sacándole mayores frutos a la tierra e incrementando el aporte de alimentos al pueblo.
Los campesinos de Caibarién festejaron el aniversario 55 de la fundación de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), con motivaciones especiales como estar ubicados en el segundo lugar de la emulación provincial y celebrando el noventa cumpleaños del líder de la Revolución cubana Fidel Castro, así lo aseguró a la prensa Guillermo Quintana, miembro del Buró agroalimentario de la dirección de la ANAP en Villa Clara.
El Maestro Ronaldo Veitía, considerado por muchos como el mejor entrenador de judo del mundo, y Rogelio Ortúzar, el tercer Hombre Habano de Cuba, inauguraron este viernes una nueva sección de la Mesa Redonda: Historias de vidas. El primero en abrir las páginas sentimentales de su existencia fue el Maestro Veitía, quien con ternura y una sencillez conmovedoras expresó que desde que “tocó las flores” para entrenarlas se dijo: ya no trabajo más con los hombres.