Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda ^[1]

Fotos de Roberto Garaicoa

A propósito del Día Internacional de la Familia, la Mesa Redonda de este miércoles puso en el centro de su análisis a la cubana, en el contexto del siglo XXI. Reconocidas expertas en esta temática, que nos atraviesa a todos, ofrecieron miradas complementarias desde ángulos diversos. Pero dejemos mejor que ellas hablen.

-Doctora María Elena Benítez, del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana:

“El Día Internacional de la Familia tuvo su origen a partir de una resolución de la Asamblea Nacional de las Naciones Unidas en 1993, que se adoptó con el propósito de que los 15 de mayos se homenajeara esa importante institución social y se adopta la fecha además con el objetivo de que se fomentara la toma de conciencia acerca de los temas relacionados con ella.

“Para determinar qué es una familia se tienen en cuenta las relaciones de afinidad, de consanguineidad. En el caso de Cuba, esta institución no ha sufrido cambios, los ha experimentado, y ello ha tenido un reflejo en su estructura.

“La transformación fundamental se dio en la mujer al triunfo de la Revolución, que era también la que estaba más rezagada. Y el proceso emancipador cubano tuvo bien claro la importancia de su independencia y de su formación, por lo que ello implicaría para el resto del núcleo.

“Cuba comparte las tendencias que viven muchas familias del mundo, como es el caso del aumento de los matrimonios no formalizados, que era algo que se observaba antes del 59 en la zona rural, pero hoy es símbolo de modernidad. También se observa un descenso sistemático en el tamaño medio de los hogares cubanos, según muestran los momentos censales: en 1953 teníamos como promedio cinco miembros por hogar y ahora tenemos un promedio de tres. Esa realidad no es privativa de nuestro país.

“A los efectos censales, el jefe de hogar es el reconocido por los miembros del hogar, y en este caso se ha producido un intercambio de la jefatura masculina por la femenina.

“Es importante destacar los valores que particularizan a la familia cubana, y algo que lo ilustra muy bien fue la investigación que hizo un fotógrafo norteamericano, acompañado por otros fotógrafos, que retrató muchas familias en unos 30 países, y la única que respondió que lo más importante para ella era la propia familia, fue la cubana”.

-Doctora Patricia Ares Muzio, presidenta de la Sociedad de Psicológica de Cuba y profesora de la Universidad de La Habana:

“La familia cubana lo que más pondera es la unidad, eso lo hemos podido comprobar también cuando uno le pide a un niño que pinte a su familia, y este casi siempre tiende a pedirte otra hojita para extender todo su cariño en ese dibujo.

“La familia en Cuba está tejida en redes, no solo se quedan circunscritas a la consanguineidad en un primer nivel, está determinada por la convivencia, el parentesco, la consanguineidad y no vive enclaustrada a puerta cerradas.

“El modelo hegemónico capitalista hace una propuesta que va en contra de la familia, que tiene que vivir muy de prisa y con una jornada laboral muy extensiva. También la excesiva invasión de la tecnología bombardea esa institución social y la función formadora de la familia está siendo remplazada por los medios de comunicación, que a veces atiborran a los niños de muchas cuestiones que los deforman. Nosotros hablamos del chupete electrónico, que se les da para que estén tranquilos. Por ello hacemos siempre la alerta de que hay que estar muy atentos a estos consumos.

“La familia en esta país no está expuesta a los grandes males de otras sociedades: droga, balaceo, niños viviendo de la calle… Prima más en ellas el intercambio solidario, sus relaciones entre parientes y vecinos, el considerarse cercanos y unidos. También la función social del cuidado está atribuida a la familia: cuida de los niños, de los enfermos, sostiene esta función.

“Hay que estar muy vigilantes del contexto, porque estamos en un mundo muy complejo para el intercambio, para la mirada cara a cara. Son tiempos en los que se pondera la relación el individuo-pantalla, y la relación directa es la que permite la sensibilidad, el contacto afectivo… No todo desarrollo tecnológico es equivalente a eficiencia social.

El derecho a la tecnología está muy bien, pero hoy es una gran paradoja, porque los niños se concentran mucho en el consumo de esta tecnología y ello no puede sustituir la atención de la familia. Es muy importante que los padres sean educados para saber encauzar la formación de sus hijos en estas circunstancias.

“En el mundo se observa que hay destierros de los hábitos familiares por la mediación de la tecnología. En el caso de Cuba, las investigaciones están mostrando que hay insuficiencias en la formación educativa de muchas familias, y eso se está expresando en las deformaciones en el consumo cultural, en la chabacanería, en los anestesiados con determinadas series. Hay signos de que hay familias que piensan que en el tener y el exhibir está lo central de la formación.

“Hicimos un estudio de familias funcionales: hijos de participación social, de padres integrados, y pudimos constatar que ello estaba determinado por el amor, el respeto y la reflexión con los hijos… Tenían rituales familiares, espacios familiares, había tiempo para la familia. Y eso es lo que hay que defender para contrarrestar las deformaciones.

“Es importante dedicarle tiempo a la familia, porque ella precisa de dedicación y de amor, y esos son los valores que tenemos que defender a contracorriente de lo que sucede en el mundo”.

-Doctora Isabel Ríos Mora, directora del Centro de referencia latinoamericana para la Educación Preescolar:

“Para caracterizar a la familia cubana basta con que reflexionemos sobre cómo se mueve la familia alrededor de la llegada de un bebé: empieza un movimiento lindo alrededor de este acontecimiento, aunque no se esperara.

“La familia es determinante en la formación de ese nuevo ser, porque no se puede obviar que el desarrollo cognitivo, motor y afectivo se desarrolla en las primeras edades, y eso es importante abordarlo. Usted no puede pretender recibir cuando envejezca lo que no dio.

“Cuba pondera espacios para acompañar a la familia y para prepararla en este propósito. Ejemplo de ello fue la creación de los círculos infantiles y el programa Educa a tu hijo.

“Con el Educa a tu hijo se defiende la relación entre la familia, la comunidad y la intersectorialidad, y si es tarea de todos hay que organizarlo.

“Nosotros somos una sociedad que puede confiar en la familia, porque es fuente de desarrollo, por la propia emancipación que han alcanzado las mujeres y por cómo se han incorporado a otros factores para lograrlo.

“En el caso de las familias que tienen la desgracia de tener algún miembro de ellas en un centro penitenciario, hemos tratado de que los niños no sean muy impactados por esta realidad. La incansable revolucionaria Vilma Espín previó que funcionara también el Educa a tu hijo en los centros penitenciarios.

“Este programa es el de mayor cobertura en la atención de estas primeras edades, porque el de los círculos infantiles solo cubre el 17 por ciento. Este es un programa social de atención educativa, y en cada Consejo Popular se cuenta con una promotora de Educación para que lo desarrolle junto a las familias”.

-Doctora Mayda Álvarez, miembro del Secretariado Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas y directora del Centro de Estudios sobre la Mujer:

“Después del triunfo de la Revolución, para lograr las transformaciones en la familia hubo que hacer un trabajo persuasivo casa por casa, puerta a puerta. Había mujeres que estaban confinadas a ser esposas y madres, y esta fue una labor ideológica importante.

“La FMC tuvo un trabajo trascendental de conciliación. La creación de los círculos infantiles fue importante para que las mujeres se incorporaran al empleo y fueran con la tranquilidad de que sus hijos estuvieran bajo buen cuidado.

“Fueron transformaciones muy importantes que han estado acompañadas siempre por la voluntad política. La FMC acogió la preocupación por la formación de las nuevas generaciones y por lograr la formación de nuevos valores para una nueva sociedad. A ello se debe el hecho de que siempre tendremos entre nuestras prioridades el trabajo con la familia.

“Desde el día en que se proclamó esta celebración por la familia, la FMC acoge esa festividad, lo que no ha tenido suficiente divulgación, porque debemos darle mayor realce al Día y debemos además sumar en este propósito a instituciones y organismos, para que todo no quede en la FMC.

“También a partir de las investigaciones sociales hemos trabajado con sistematicidad la familia, y las recomendaciones que han surgido de estos estudios están siendo objeto de análisis y debate en los organismos e instituciones del Gobierno y el Estado.

“Estamos trabajando para que se tenga una política integrada de familia y también se evalúen los impactos de las medidas que tomemos, para ver la repercusión, porque a veces varios programas actúan sobre el mismo espacio y no clarificamos las dimensiones de cada cosa.

“En el trabajo social de la FMC queremos que se aprovechen más las potencialidades de la familia, porque la familia nos ayuda a la prevención y enfrentamiento oportuno de problemas.

“Igualmente estamos estudiando las vulnerabilidades de la familia cubana, porque no podemos solucionar todos los problemas a la vez, pero pensamos en el trabajo diferenciado.

“Queremos igualmente hacer una exhortación a las instituciones, para que en su trabajo se propongan incidir en la calidad de vida de las familias y el entorno en el que se desenvuelven. Ese espacio de la familia que se ve tan privado, es también social”.

A propósito del Día Internacional de la Familia, la Mesa Redonda de este miércoles puso en el centro de su análisis a la cubana, en el contexto del siglo XXI

Arleen Rodríguez condujo la palabra de reconocidas expertas en esta temática, que nos atraviesa a todos, ofrecieron miradas complementarias desde ángulos diversos

Para determinar qué es una familia se tienen en cuenta las relaciones de afinidad, de consanguineidad

La familia cubana lo que más pondera es la unidad, eso lo hemos podido comprobar también cuando uno le pide a un niño que pinte a su familia

En el mundo se observa que hay destierros de los hábitos familiares por la mediación de la tecnología. En el caso de Cuba, las investigaciones están mostrando que hay insuficiencias en la formación educativa de muchas familias