- Mesa Redonda - http://mesaredonda.cubadebate.cu -

Un movimiento para satisfacer la demanda alimentaria de la población local

Publicado el 7 octubre 2014 en Mesa Redonda

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda [1]

Fotos de Roberto Garaicoa

Producir alimentos para contribuir a satisfacer la demanda alimentaria de la población local, utilizando tecnologías agroecológicas y sobre la base de un alto grado de sustentabilidad territorial de los insumos productivos, los recursos naturales y la capacitación de los productores, ha sido el principal objetivo del Programa Nacional de la Agricultura Urbana y Suburbana, que  ha tenido una trayectoria conformada por diferentes etapas en sus casi 27 años de fundado.

El sistema de la Agricultura Urbana y Suburbana se ha consolidado como un movimiento productivo extensionista formado por organopónicos, huertos intensivos, organopónicos semiprotegidos, patios y parcelas familiares y fincas suburbanas.

Nelson Campanioni, secretario ejecutivo del Programa, compartió en la Mesa Redonda de este martes que su surgimiento se remonta al 27 de diciembre de 1987, cuando el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Ministro de las FAR en aquella fecha, indicó extender las experiencias de la producción de vegetales en canteros enriquecidos con abonos orgánicos.

En abril de 1994, dada la magnitud alcanzada por el desarrollo de los organopónicos, se celebró la primera reunión nacional sobre los organopónicos, en la cual se acordó constituir  el Grupo Nacional de Organopónicos. El 27 de diciembre de 1997, el movimiento comienza a denominarse Agricultura Urbana, y a principios del 2009 asumió el nombre de Programa Integral de la Agricultura Urbana y Suburbana. Hoy constituye uno de los 7 programas importantes del Ministerio de la Agricultura.

Fue en 2009, dijo, cuando se decidió que el Programa abarcara la producción de alimentos, plantas medicinales, ornamentales y flores, la forestación y otras actividades agrícolas dentro del área de las ciudades y poblados y su periferia inmediata, con unos 10 km de radio en capitales de provincia, unos 5 km en torno a las cabeceras municipales y cerca de 2 km alrededor de los poblados de más de 1 000 habitantes que no sean cabeceras municipales.

Especificó el directivo que el ensanchamiento de este sistema ha permitido que hoy cuenten con 29 actividades productivas, entre ellas: frutales, plátanos, forestales, café y cacao, flores, plantas medicinales, apicultura, semillas, capacitación, avícola y acuicultura. “Y como este año la ONU lo declaró como el Año de la Agricultura Familiar, estamos enfrascados en un amplio programa de actividades dedicadas a ello, que concluirá en 2015 con un importante evento”.

Ahondó en que hoy el 50 por ciento de las hortalizas que se consumen en el país proceden de este Programa,  así como en que “dentro de los cuatro objetivos principales que tenemos está la tarea de tener 10 mil hectáreas de cultivos semiprotegidos y un cultivo promedio de no menos de un millón de vegetales, hortalizas y condimentos frescos”.

“También contamos con 96 mil fincas, de las cuales 55 mil tienen los requisitos, pero se prevé que aumentemos a 144 mil fincas. Igualmente la producción asciende a 50 mil toneladas de carne y 146 mil toneladas de frutas, entre otros resultados”.

Este movimiento gana cada vez más adeptos tanto entre los cultivadores, por el resultado económico para la economía familiar, como entre los compradores, por las demostradas bondades de estos cultivos para la alimentación y la salud humanas en general.

En el caso de La Habana es un mérito adicional su destacada labor en este proceso, ya que además de ser la capital de la nación es la región más poblada y urbanizada de Cuba; y cuenta con seis de los 19 organopónicos del país conocidos como gigantes, que son los que superan las cuatro hectáreas.

Julio Martínez Roque, delegado de la Agricultura en La Habana, explicó que esta labor tuvo sus primeros días cuando se aprobó en 1967 el desarrollo del Cordón de La Habana, para producir en las áreas agrícolas alrededor de la capital. Luego, en los inicios de los años 90, con el Período Especial, se comenzó un proceso de cambio, y se convirtió en productora de parte de los alimentos que necesitaba.

Actualmente, este Programa se desarrolla en sus 15 municipios, y el territorio cuenta hoy con más de 700 fincas, administradas por 34 unidades empresariales de base; tiene 27 UBPC, varias CCS, 97 organopónicos,  318 huertos intensivos, 24 casas de producción de posturas, cuantiosos patios con tierra que producen y unas 5 113 parcelas. Mientras, en 5 de sus organopónicos gigantes se produce el 20 por ciento de las hortalizas frescas que demanda la propia capital.

El destacado productor de Bejucal, Lázaro Hernández, insistió en que la agricultura urbana y suburbana es un movimiento que contribuye significativamente a la producción y comercialización de alimentos a la escala local. Al tiempo que constituye una alternativa para la promoción de la seguridad alimentaria.

Comentó que en las mismas miniindustrias se están utilizando los productos de cien cooperativas de frutales, que están en 62 municipios, y que el propósito es tener esta producción en 100 municipios. “Si logramos multiplicar el área de frutales, y sembrar limón, porque uno los problemas que tiene el país es que no tiene cítricos, con el café intercalado, no tuviéramos que invertir más de 30 millones para importar este grano”. Enfatizó en que hay que producir frijoles, café, mango… para diversificar la mesa familiar.

Otra de las invitadas a la Mesa Redonda mencionó que hay que buscar procedimientos que rompan la monotonía en la producción de alimentos. “Debemos buscar tecnologías autóctonas para que se produzca todo el año”.

Este es un empeño que sobre una base popular y con empleo de los recursos que están a mano en las propias localidades -terrenos abandonados y basureros que se han ido convirtiendo en huertos, áreas semiprotegidas y patios familiares-, ha multiplicado los alimentos.

La Mesa Redonda dedicó su emisión a la agricultura urbana, suburbana y familiar, con la participación de directivos del Programa de Agricultura Urbana y Suburbana y destacados productores agrícolas.

Nelson Campanioni, compartió que el surgimiento del programa se remonta al 27 de diciembre de 1987, cuando el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Ministro de las FAR en aquella fecha, indicó extender las experiencias de la producción de vegetales en canteros enriquecidos con abonos orgánicos.

Julio Martínez Roque, delegado de la Agricultura en La Habana, explicó que esta labor tuvo sus primeros días cuando se aprobó en 1967 el desarrollo del Cordón de La Habana, para producir en las áreas agrícolas alrededor de la capital.

El destacado productor de Bejucal, Lázaro Hernández, insistió en que la agricultura urbana y suburbana es un movimiento que contribuye significativamente a la producción y comercialización de alimentos a la escala local.

Vilda Rita Figueroa, mencionó que hay que buscar procedimientos que rompan la monotonía en la producción de alimentos.


Artículo impreso desde Mesa Redonda: http://mesaredonda.cubadebate.cu

URL del artículo : http://mesaredonda.cubadebate.cu/mesa-redonda/2014/10/07/un-movimiento-para-satisfacer-la-demanda-alimentaria-de-la-poblacion-local/

URLs in this post:

[1] Mesa Redonda: http://mesaredonda.cubadebate.cu/

Copyright © 2009 Mesa Redonda. All rights reserved.