Directivos del Ministerio de Cultura, respondieronn en la Mesa Redonda a las opiniones e interrogantes de la población sobre la programación cultural, su concepto y expresión en todo el país.

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda ^[1]

Fotos: Roberto Garaicoa

Del diseño de la programación cultural, de los espacios de consumo que alimentan el espíritu y ensanchan el alma, de lo hecho y lo pendiente… sobre ello regresaron al diálogo autoridades del Ministerio de Cultura ^[2], pero esta vez estimulados por las reflexiones y preguntas que los televidentes les hicieran llegar por las diversas plataformas de retroalimentación que ha generado la Mesa Redonda.

La viceministra primera del ramo, María Elena Salgado, explicó que la recuperación de la infraestructura de diversas instituciones de la Cultura ^[3] era un tema sensible, complejo… que dependía de muchos esfuerzos, pero que en ello se laboraba. “El mejoramiento físico y constructivo es una prioridad para nuestro sector, ahora mismo se reparan 103 instalaciones. Las casas de cultura, por ejemplo, queremos tenerlas todas remozadas en los próximos años, por lo importante que son para la comunidad y para la revitalización de nuestro movimiento de artistas aficionados”.

Aseguró que quieren darle un nuevo sentido, desde la cultura, a la vida de los habitantes en los lugares más apartados de los epicentros urbanos. Al tiempo que reconoció que hoy se cuenta con la fuerza inestimable de miles de instructores de arte para hacer posible este empeño.

Mencionó que lamentablemente la reparación de las instituciones no solo era de tipo estructural, sino que se demandaban equipos de sonido, de luces… y de otras tecnologías caras que hay que adquirir en el exterior y complejizan la inversión. “Pero aunque queda mucho por hacer, hay que conquistar a nuestros estudiantes de las universidades de arte y a nuestros instructores para que hagan recorridos y lleven sus creaciones a los más diversos públicos. Esa es una experiencia que queremos estimular con más fuerza en esta etapa de verano”.

Orlando Vistel, presidente del Instituto de la Música, puntualizó que el teatro Amadeo Roldán se sometería a un proceso reconstructivo. “Debemos recordar que fue objeto de un sabotaje en el año 1976, luego se reinauguró en 1999 y se decidió interrumpir su funcionamiento porque su estructura ofrecía peligro. En 2010 creímos que con mantenimiento se salvaba la situación, pero no fue suficiente. Actualmente se encuentra en el plan de inversiones del Ministerio de Cultura y su restauración consideramos que va a durar unos dos años. Mientras tanto, otras instituciones, como el Teatro Nacional, han acogido la sede de nuestra música de conciertos, y es la sede actual de la Sinfónica Nacional”.

Aclaró que el equipamiento del Amadeo Roldán se ha preservado, para que una vez se restablezca la estructura de la edificación, vuelva a abrir sus puertas este importante escenario de la cultura nacional.

Sobre el Anfiteatro de Varadero, precisó que esta es una instalación que pertenecía al Ministerio del Turismo, y que aunque no se renuncia a la idea de recuperar los Festivales de Varadero, este es un propósito que cuesta más de un millón de pesos. No obstante, fundamentó, que ambos organismos tenían que lograr una mejor articulación, porque los últimos intentos para ofrecer propuestas culturales no habían sido muy felices.

Rubén del Valle, al frente del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, manifestó, ante el reclamo de que la Bienal llegara a más espacios de La Habana, que lamentablemente las exigencias y demandas iban a ser siempre mayores que las posibilidades. Sin embargo, en esta ocasión se procuró llegar a las más diversas comunidades. Romerillo y Colón son expresiones de lo mucho que se puede hacer por el diálogo entre los públicos y el arte.

Sobre las ofertas que existían en este ámbito, las autoridades del Mincult precisaron que el sitio web de La papeleta era un referente para buscar las más diversas opciones, y que se añadía a los espacios habituales de divulgación. No obstante, reconocieron que había que emplearse más a fondo para dar a conocer todo cuanto se hacía.

María Elena Salgado se detuvo en que la red de cines en el país era muy amplia, y que en no pocos de estos espacios se había acumulado el deterioro. Y puntualizó que aunque en el mundo la tendencia era a disponer de salas más pequeñas y multifuncionales, el país haría un esfuerzo para sostener nuestros tradicionales cines, de los cuales 15 se están reparando.

Explicó cómo la industria del cine nuestra se enfrentaba al desafío de la obsolescencia tecnológica. En muchos festivales del mundo, por ejemplo, no se lleva la copia de la película, sino que se da una clave para acceder al filme desde la nube del ciberespacio.

Mencionó que los festivales que discurrían en la capital se habían ensanchado al resto del territorio nacional.  “Así se está haciendo con el de Cine Latinoamericano y se hizo con el de Cine Francés, lo que había que divulgarlo más”.

También refirió que se está trabajando especialmente con las autoridades de la capital del país para que los centros recreativos del litoral cuenten con una oferta cultural variada y de calidad, sobre todo en la etapa vacacional.

La Viceministra Primera de Cultura hizo énfasis en que el camino de actuación de este organismo era acercar más el arte a la población, fortalecer los centros, dignificar a los profesionales del ramo y estimular a los artistas con capacidad de liderazgo a que defiendan proyectos como lo es hoy la Fábrica de Arte.

La viceministra primera del ramo, María Elena Salgado, explicó que la recuperación de la infraestructura de diversas instituciones de la Cultura era un tema sensible, complejo… que dependía de muchos esfuerzos, pero que en ello se laboraba.

Orlando Vistel, presidente del Instituto de la Música, puntualizó que el teatro Amadeo Roldán se sometería a un proceso reconstructivo.

Rubén del Valle, al frente del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, manifestó, ante el reclamo de que la Bienal llegara a más espacios de La Habana, que lamentablemente las exigencias y demandas iban a ser siempre mayores que las posibilidades.

Sobre las ofertas que existían en este ámbito, las autoridades del Mincult precisaron que el sitio web de La papeleta era un referente para buscar las más diversas opciones, y que se añadía a los espacios habituales de divulgación.