Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda ^[1]

Fotos: Roberto Garaicoa

La obra, que dura cerca de 30 minutos, fue estrenada este jueves en la Mesa Redonda y tuvo por preámbulo palabras del propio realizador y de analistas cubanos, quienes se detuvieron en que el bloqueo se mantiene inamovible.

La obra, que dura cerca de 30 minutos, fue estrenada este jueves en la Mesa Redonda y tuvo por preámbulo palabras del propio realizador y de analistas cubanos, quienes se detuvieron en que el bloqueo se mantiene inamovible, porque lo que antes era una prerrogativa del presidente, en la década de los noventa quedó codificado en Ley, y solo el Congreso de los Estados Unidos tiene facultades para emitir otra Ley para derogarlo.

El máster Carlos Aquira comentó que se están moviendo dos tendencias extremas en Estados Unidos respecto a Cuba. “En el Congreso existen un conjunto de medidas sobre la política hacia Cuba. Hay algunos que quieren regularizar las relaciones, y hay un conjunto de disputas en cuanto a cómo modelar las relaciones. El Partido Demócrata es el que ha respaldado más el cambio de postura, sin embargo, hay miembros del Republicano que quieren abrir el Turismo con Cuba.

“Uno observa que se buscan medidas parciales para atenuar el bloqueo, como abrir el transporte, el avance de proyectos de beneficio mutuo en áreas medioambientales, buscar espacios de convergencia, pero hay sectores que hacen lobby, como aquellas que promueven el Turismo, como Engage Cuba y Cuba Now, preocupados en avanzar hacia un nuevo tipo de relación”, precisó.

Sobre los republicanos que siendo más conservadores se muestran abiertos a cierto tipo de interacciones, argumentó que esto está vinculado a la mirada que tienen respecto a la libre inversión. “Hay un grupo de figuras que han estado articuladas a este tipo de movimiento, y eso ha tenido un importante peso, le llaman los libertarianos, que tienen vasos comunicantes con el Tea Party, pero que quieren que se eliminen las políticas restrictivas al comercio”.

En su opinión, se están buscando medidas parciales que puedan ser objetivos para tomar pasos concretos. “Decir que existe una fuerza mayoritaria en contra del bloqueo a esa instancia sería especulativo, pero sí hay una tendencia novedosa en función de las restricciones que impone el bloqueo”.

También se ha movido el hecho de que ninguna aerolínea pudiera usar aeropuertos que fueron propiedad estadounidense. Esta medida avanzó, en una votación que fue estrecha. “Con lo que han arrojado las diversas encuestas podemos decir que hay una mirada más de apoyo, porque las estadísticas sostienen que siete de cada 10 norteamericanos están a favor del levantamiento del bloqueo”.

La Doctora Ana Teresa Badía alegó que el bloqueo contra Cuba tiene jurídicamente todas las características de un bloqueo y no de un embargo. “Es una medida de guerra que se ha adoptado en tiempos de paz, que viola toda convención de Naciones Unidas, y creo que hay cierta manipulación en medios internacionales sobre su definición. El solo hecho de sancionar a terceros países te da la dimensión de que no puede calificarse como embargo”.

También, aclaró, hay cierta confusión entre analistas, quienes creen que el bloqueo terminó en enero, cuando Obama tomó medidas que son atenuantes, pero el basamento jurídico no ha sido modificado. “Sigue intacta la prohibición a Cuba de la exportación de sus productos a suelo estadounidense y la importación de equipos que tengan más del diez por ciento de productos de componentes norteamericanos. La Isla, tampoco, puede utilizar el dólar en sus transacciones internacionales, por mencionar algunos ejemplos”.

En tanto, se observa un mayor rechazo por parte de la población de EE.UU. contra esta política. Un 72 por ciento de los norteamericanos se oponen al bloqueo, y esto implica una subida de unos 10 puntos porcentuales. Y ratifica que es una tendencia que se incrementa. Aunque, entre demócratas y republicanos, la relación está en un 83 por ciento contra el 56 por ciento. No obstante, hay un incremento en los segundos.

En su criterio, a pesar de este cambio de posturas, su posible eliminación será un proceso lento. “Al ser convertido en Ley en 1996, después de la Ley Helms-Burton, solo tiene autoridad el Congreso para eliminarlo, y este es un proceso muy difícil. Habría que empezar por calendariar esa discusión, que no está en la agenda del Congreso”.

Para Carlos Aquira, la derogación de una ley en Estados Unidos puede llevar años. El tema del bloqueo genera polarizaciones y discrepancias fuertes, por lo que su eliminación implicaría discusiones en la Cámara de Representantes y en el Senado.

En diálogo telefónico con el periodista Calvo Ospina, el intelectual explicó que entre las motivaciones fundamentales que tuvo para la realización del documental, estuvo la llegada de los tres antiterroristas cubanos y el pronunciamiento de los dos presidentes el 17 de diciembre. “Uno enseguida piensa en si se acabará o no el bloqueo, y nos dimos cuenta de que había que seguir acompañando a Cuba para que se retirara esa ley”.

Sobre las premisas de las que partió, hizo énfasis en que la Revolución cubana hay que cuidarla. “Si los cubanos supieran la admiración que les tenemos y el ejemplo de lo que representan por su dignidad, entenderían más el peso de lo que digo. Considero que Cuba es la nación de América Latina más reconocida a nivel mundial, y hay que cuidarla, además, ya lo dijo el propio Presidente Obama, la estrategia es la misma, lo que va a cambiar es la táctica. Y yo siempre seguiré apoyando a la Revolución cubana hasta mi último aliento”.

El máster Carlos Aquira comentó que se están moviendo dos tendencias extremas en Estados Unidos respecto a Cuba.

En su opinión, se están buscando medidas parciales que puedan ser objetivos para tomar pasos concretos.

La Doctora Ana Teresa Badía alegó que el bloqueo contra Cuba tiene jurídicamente todas las características de un bloqueo y no de un embargo.

El tema del bloqueo genera polarizaciones y discrepancias fuertes, por lo que su eliminación implicaría discusiones en la Cámara de Representantes y en el Senado.