El Doctor Rodolfo Alarcón precisó que muchas de estas propuestas se han pensado y diseñado, pero que no pocas de ellas se aplicarán más a largo plazo.

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda ^[1]

Fotos: Roberto Garaicoa

Ante los múltiples desafíos que plantea el desarrollo socioeconómico cubano, el Ministerio de Educación Superior ^[2] ha previsto varias transformaciones, entre las que se encuentran que se cree un nivel de enseñanza entre la Universitaria y la Preuniversitaria, adecuar algunas carreras a un plan de estudio de cuatro años, modificar los requisitos de ingreso en los cursos de las modalidades de cursos por encuentros y de educación a distancia, aumentar las exigencias con el dominio del idioma inglés por los universitarios y buscar nuevos incentivos para que se opten por las carreras pedagógicas.

Lo anterior lo adelantó, en la primera de las tres Mesas Redondas que se dedicarán al ramo, su titular, el Doctor Rodolfo Alarcón, quien precisó que muchas de estas propuestas se han pensado y diseñado, pero que no pocas de ellas se aplicarán más a largo plazo.

Al detenerse en cada uno de estos posibles cambios, alegó que la formación intermedia (entre el nivel preuniversitario y el superior) posibilitaría la capacitación de una fuerza de trabajo nivelada para opciones de empleo en las que un universitario se sentiría subutilizado, a la vez que un bachiller tendría insuficientes competencias para afrontarlos. “Estaríamos hablando de un plan de estudio de unos dos o tres años, como ocurre en otros países, que habilitaría a las personas para determinados puestos laborales y a quienes no se les cerrarían las posibilidades de alcanzar posteriormente el nivel universitario”.

Sobre la adecuación de algunas carreras a un plan de estudio de cuatro años, advirtió que a pesar de que esta opción esté reglamentada solo se aplica a la Licenciatura en Matemáticas, pero que no sería ocioso repasar otras variantes de estudio que pudieran ser suficientes en este tiempo, lo que aceleraría la graduación de un personal, siempre y cuando la vertiente no fuera en detrimento de su formación.

En tanto, abordó que la modificación de los requisitos para optar por los cursos de las modalidades de cursos por encuentros y de educación a distancia persiguen cambiar la tendencia a la reducción dramática del ingreso en ambas posibilidades, no por la disminución del nivel cognitivo entre los aspirantes, sino por la propia inhibición que se observa en las personas, quienes rehúyen de estas opciones por tener iguales características a las concebidas para el curso regular diurno.

“Consideramos que debemos darle un tratamiento diverso a oportunidades diferentes. Así damos un paso más hacia la equidad, a lo que le sumamos las variaciones en los grados de presencialidad”.

Respecto al fortalecimiento del dominio del idioma inglés entre los universitarios, consideró que era una lógica que debía acentuarse, lo que oportunamente se explicaría a la población.

En su intervención, el Ministro de Educación Superior compartió que están enfrascados en la cobertura de las carreras pedagógicas, por la importancia que reviste para el futuro. “Por ello hemos concebido un grupo de incentivos, como que desde la secundaria básica y el preuniversitario se creen conexiones con las universidades pedagógicas, que se ofrezcan algunas de estas carreras como premios a quienes ganen determinados concursos y que se revalúe la concepción de Licenciaturas en binomios de determinadas ciencias, como Física-Matemática, Biología-Química…, entre otras medidas”.

En un recuento sobre los logros de la Universidad Cubana ^[3], argumentó que los avances son tangibles en el aumento de la eficiencia académica, en la disposición de los estudiantes para asumir tareas de orden social, y en el tránsito de más de 13 mil cuadros por la sede central y las subsedes de la Escuela Superior de Cuadros del Estado y del Gobierno, lo que ha tenido un impacto en la gestión de los funcionarios públicos y los empresarios.

También explicó que se avanza favorablemente en la integración de las diversas casas de altos estudios, un proceso que solo queda pendiente en La Habana, y en el que hay que avanzar más en la articulación de la vida universitaria.

Subrayó que se han alcanzado importantes resultados en el despliegue de la ciencia y la técnica, más allá de las carencias objetivas en la infraestructura que no se pueden desconocer.

Entre los resultados mencionó que la mitad de las carreras de este ramo se encuentran acreditadas, casi la mitad de los doctorados ostentan igual condición y los dos tercios de las maestría. Al tiempo que señaló que el 40 por ciento de los planteles del sector gozan de igual prestigio, lo cual se alcanza luego de un riguroso proceso de evaluación.

El Doctor René Sánchez, director de Ingreso a la Educación Superior, como parte de este paneo a los logros argumentó que de los 57 031 estudiantes que se presentaron a las pruebas de ingreso a este nivel de enseñanza, 38 624 aprobaron, lo que significa un crecimiento porcentual superior al 10 por ciento con respecto al curso precedente.

Ante una interrogante del director y moderador de este espacio, Randy Alonso, sobre la fisura que se dio en el examen de Matemáticas, comentó que se han tomado las medidas para que algo semejante no vuelva a repetirse, y precisó que les llamó la atención que a pesar del equívoco introducido en la pregunta, el 80 por ciento de los examinados respondió correctamente.

Precisó que los provenientes de la educación preuniversitaria fueron los que obtuvieron mejores resultados y puntualizó que las medidas de cambio que se han previsto en las formas de ingreso no están contempladas para quienes persigan incorporarse al curso regular diurno.

Entre las cifras elocuentes, situó que fuera cubierto el ciento por ciento de las carreras técnicas y el 90 por ciento de las ciencias agropecuarias. Y como elementos contrastantes mencionó que a pesar de que Medicina está entre las opciones más demandadas, todavía no es la que más logran alcanzar los estudiantes, de hecho, unas 14 mil plazas quedaron sin cubrirse este curso, como solo el 30 por ciento de las de carreras pedagógicas fueron cubiertas.

Walter Baluja, el director de Informatización del MES, se detuvo en otro rasgo no menos cardinal: el desarrollo infocomunicacional del sistema de universidades. “A pesar de que las condiciones en este sentido no son las que queremos, y que en unos centros haya más desarrollo que en otros, en el último curso hubo avances notorios, como que crecimos a 26 nodos, y 17 de ellos están conectados a la fibra óptica. Igualmente se pasó de una velocidad de conexión a Internet ^[4] de 10 a 34 megabit, como la conexión Wifi aumentó considerablemente.

“No obstante, dijo, además del desafío de seguir mejorando estas condiciones, también tenemos otros asociados a que los contenidos generados por nuestros centros se conviertan en referentes de consumo por los usuarios y que la informatización se ponga en función del mejoramiento de los procesos internos en nuestras universidades”.

El Ministro del MES sintetizó que desde que en 2009 comenzaran a impulsarse varios cambios, los objetivos siguen siendo los mismos: lograr el fortalecimiento de la formación político-ideológica, que nuestros estudiantes sean más integrales, y que nuestra academia de respuestas a los problemas de la sociedad y sus demandas, entre otros principios de actuación.

Respecto al fortalecimiento del dominio del idioma inglés entre los universitarios, consideró que era una lógica que debía acentuarse, lo que oportunamente se explicaría a la población.

También explicó que se avanza favorablemente en la integración de las diversas casas de altos estudios, un proceso que solo queda pendiente en La Habana, y en el que hay que avanzar más en la articulación de la vida universitaria.

El Doctor René Sánchez, director de Ingreso a la Educación Superior, como parte de este paneo a los logros argumentó que de los 57 031 estudiantes que se presentaron a las pruebas de ingreso a este nivel de enseñanza, 38 624 aprobaron.

Walter Baluja, el director de Informatización del MES, se detuvo en otro rasgo no menos cardinal: el desarrollo infocomunicacional del sistema de universidades.