Por Aniel Santiesteban García

Fotos de Roberto Garaicoa

Emisión: 09/05/2018

Un sujeto necesariamente revolucionario, cercano a toda especie humana, a los pobres, a los desprovistos de bienes: facetas, virtudes que resumen la vida de Carlos Marx ^[1].

En su bicentenario, el espacio Mesa Redonda ^[2] honró su pensamiento, la seguridad de estar vivo cuando se respetaban sus ideas. Martí fue sintético al describirlo: “Cuando el marxismo se usa del lado de los pobres merece el respeto de los demás”.

En su bicentenario, el espacio Mesa Redonda honró su pensamiento.

A la Mesa, dedicada al gran hombre que resultó para la historia de la humanidad Marx, asistieron importantes estudiosos de su obra, quienes contaron detalles de su acercamiento e interacción; ellos: Paquita Armas Fonseca, Miguel Limia David y Marxlenin Pérez Valdés.

¿Por qué Marx? Cuenta Paquita que a la edad de 14 años cometió el error de leer El Capital y no comprendió nada; confiesa que hoy, vuelve a leerlo y encuentra detalles en los que no logra reparar.

“Resultó muy difícil, pero lo leí. Luego conocí a un Marx dogmático, el que me enseñaron en las clases de Superación Política. Yo decía: ‘No, no puede ser’. Fue un hombre impresionante, no hay dogmas en Carl Marx, como no lo hubo en sus compañeros más cercanos. Engels. Lenin”, apunta.

A esto, la periodista y autora del título “Moro: el gran aguafiestas” añade: “Antes de Marx, todos los filósofos se habían propuesto contemplar el mundo. Es él quien decide que los filósofos se encargasen, a partir de ahí, de transformar el mundo”.

Marx defendió, agrega Armas Fonseca, que la dialéctica debía ser puesta como era.

Marx defendió, agrega Armas Fonseca, que la dialéctica debía ser puesta como era, con una cosmovisión del mundo tal que le diera fuerzas al hombre de transformarse y transformar la naturaleza en su beneficio.

Paquita Armas explicó que su libro: “Moro: el gran aguafiestas”, contiene poemas, cartas traducidas, y aseguró que son muy especiales, por su contenido, por su forma peculiar, por su sencillez y a la vez, elegancia, por su delicadeza.

“Una de ellas, con la que iniciamos esta emisión del espacio radio televisivo, es realmente hermosa”, dijo paquita, “¿quién puede resistirse a caer rendido cuando escucha algo semejante? Es por eso que yo soy la amante de Marx”, finalizó entre risas.

El título “Moro: el gran…” da lugar a dudas, explica la autora que aunque era judío, siempre le llamaron así: moro. Así le llamaron sus hijos.

Miguel Limia David, estudioso del marxismo e invitado al espacio, expresó su agradecimiento por la dedicatoria de esta Mesa Redonda al debate de obra y vida de Marx, en su bicentenario.

Miguel Limia resume su relación con Carlos Marx desde los años universitarios.

Limia resume su relación con Carlos Marx desde los años universitarios; afirma que fueron sus profesores cubanos y soviéticos quienes le enseñaron a estudiarlo y respetarlo.

“Tengo un compromiso profundo con la obra de Marx, por su validez; es uno de los pilares de la cultura contemporánea. Sus aportes en dicha cultura, en el conocimiento de regularidades históricas y de la necesidad y posibilidad de superar el capitalismo, están hoy en la base de proyectos socialistas victoriosos del mundo: China, Vietnam, Cuba”, apuntó el reconocido académico.

A esto agregó que el aporte de Marx en la concepción materialista de la historia, las relaciones y la lucha de clases, la revolución proletaria, sobre la construcción de nuevas sociedades es imprescindible.

Sobre la figura de Marx, Limia David dijo: “Admiro su posicionamiento político de principios inclaudicables, tanto en plano académico como en el personal. Me ata a él, y lo respeto profundamente, porque hizo de su conocimiento político convicciones personales que defendió con sensatez y tenacidad”.

Apoyando lo que ya había dicho Paquita Armas, Miguel Limia añadió: “Marx nunca fue un doctrinario”.

La más joven integrante del panel, y cuyo nombre es una suerte de genial evocación filosófica es Marxlenin Pérez Valdés, profesora de Filosofía que ha dedicado buena parte de sus cortos años a estudiar a profundidad la obra marxista.

Marxlenin Pérez Valdés, profesora de Filosofía que ha dedicado buena parte de sus cortos años a estudiar a profundidad la obra marxista.

El pensamiento, la teoría, la filosofía de Carlos Marx impactó tanto en su madre, quien en los años ochenta estudiaba filosofía en la Universidad, que decidió otorgarle este peculiar nombre a su hija.

No solo el nombre le debe, sino la pasión con la que hoy se dedica a la obra de Marx y, especialmente, su investigación.

“A mi vida llega el marxismo desde muy pequeña, casi desde el nacimiento; recuerdo una anécdota muy simpática que compartieron mis padres: resulta que cuando apenas sabía leer y escribir, y preguntaban mi nombre, corría hasta el librero de la casa, tomaba uno de los tomos de las Obras Completas de Carlos Marx y otro título de Lenin y señalaba para explicar cuál era su génesis, cuenta la joven profesora.

Treinta años después me ha tocado ser, por suerte, profesora de una materia hermosa: Teoría de la filosofía marxista leninista y que justamente acerca a los estudiantes a la obra de estos grandes pensadores.

Al marxismo no podemos verlo como un solo cuerpo, afirma, eso también lo enseñamos; hay muchas influencias y a ellos, los futuros estudiosos de la filosofía, les tocará investigarlas.

“Es un placer influir en el amor por la obra de Marx, así como hicieron conmigo mis padres”, afirma Marxlenin Pérez.

La Mesa Redonda recibió también, a través de la línea telefónica, a la doctora Isabel Monal, Premio Nacional de Ciencias Sociales y directora de la Revista Marx ahora, quien explicó sobre las principales actividades que han tenido lugar en Europa, a propósito del bicentenario de Carlos Marx.