Por Javiel Fernández Pérez

Fotos de Roberto Garaicoa

Fecha de emisión: 20 de septiembre de 2018

En el contexto del aniversario 150 del Grito de Lares, hecho que marcó el inicio de la gesta independentista puertorriqueña, el espacio televisivo Mesa Redonda ^[1] de este jueves hizo un recorrido histórico por las luchas emancipadoras de los boricuas y los lazos que han unido siempre a Cuba y Puerto Rico.

El próximo domingo 23 de septiembre se cumplirán 150 años del Grito de Lares.

Al introducir la Mesa, la periodista Arleen Rodríguez Derivet, dijo que el próximo domingo 23 de septiembre  se cumplirán 150 años del Grito de Lares, acontecimiento que marcó el inicio de la gesta independentista de Puerto Rico y que ha servido para confirmar la pertinencia a una nacionalidad a pesar del colonialismo impuesto.

Arleen recordó que este jueves 20 de septiembre hizo un año de la entrada del huracán María a Puerto Rico, a lo que José Rivera Santana, miembro del Comité Ejecutivo del Comité Nacional Independentista Hostosiano de ese país, agregó que la isla no se ha recuperado del impacto del fenómeno natural.

Dijo que hay miles de residencias afectadas y carreteras y puentes no reparados; pero subrayó que  el golpe más severo fue el costo social y humano provocado por la negligencia de Estados Unidos e instituciones del gobierno colonial en Puerto Rico y ascendente a unas 3000 personas fallecidas.

José Rivera Santana, miembro del Comité Ejecutivo del Comité Nacional Independentista Hortesiano de Puerto Rico.

Señaló que el presidente Trump no reconoce esta cifra, pero que la misma es resultado de un estudio realizado por varias universidades norteamericanas, entre ellas, Harvard. Acotó que durante y tras el paso del huracán  María  no hubo respuesta médica, se desplomó la infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones y fue nulo el servicio médico.

Destacó que los boricuas se organizaron y fueron la primera respuesta de solidaridad y apoyo a los necesitados.

Explicó que luego del paso del huracán emigraron cerca de 97 000 puertorriqueños  y de ellos unos 20 000 regresaron al país. Argumentó que la emigración es un fenómeno constante desde hace alrededor de una década en la que han partido de Puerto Rico unas 770 mil personas que representan  cerca del 21 % de la población. Añadió que en este tiempo el país ha enfrentado una crisis económica que ha provocado la pérdida de alrededor del 27 % de la fuerza trabajadora.

Rivera Santana expresó que Estados Unidos mantiene una actitud prepotente hacia Puerto Rico, ratificada con la aprobación de una Junta de Control Fiscal integrada por siete miembros impuestos por el presidente norteamericano, con elevadísimos salarios y que coactan en la práctica lo poco que existía de autonomía además de reducir el gasto público en educación, salud, vivienda, beneficios a los trabajadores y en la Universidad de Puerto Rico.

El líder independentista apuntó que la condición de Estado Libre Asociado que tiene Puerto Rico no es más que una máscara de los Estados Unidos para limpiar su estatus a nivel internacional ante la tenencia de una colonia.

Luego, la Mesa transmitió un fragmento de entrevista a Alina Millán, directora del periódico boricua Claridad, quien detalló sobre el movimiento independentista de Puerto Rico, su historia y su presente.

El Máster René González Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba, recordó que los cubanos celebramos el Grito de Lares como un grito propio.

Más tarde, el Máster René González Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba, recordó que los cubanos celebramos el Grito de Lares como un grito propio y detalló los lazos históricos que unen a ambos pueblos y naciones.

Dijo que en el año 1865 cubanos y boricuas crearon en Nueva York la  Sociedad Republicana de Cuba y Puerto Rico, que tenía entre sus propósitos preparar una expedición de independencia a ambos países.

Explicó que tras el fracaso del Grito de Lares, muchos puertorriqueños buscaron materializar sus ideas independentistas en Cuba, entre ellos, Ramón Emeterio Betances y Julio Grave de Peralta, quienes prepararon una expedición para venir a pelear a Cuba la cual fracasó.

González Barrios destacó el papel del boricua Juan Rius Rivera en la gesta independentista cubana, quien llegó en 1870 en la expedición de Larna y con apenas 29 años alcanzó lo grados de Brigadier del Ejército Libertador además de ser uno de los hombres de confinza del General Antonio Maceo y estar presente en la Protesta de Baraguá.

El presidente del Instituto de Historia de Cuba recordó también a los cerca de 400 puertorriqueños que participaron en la Guerra de los Diez Años y los 150 que pelearon en la guerra de 1895.

Dijo también que la causa puertorriqueña siempre estuvo en el ideario de los jefes cubanos, desde Céspedes que en 1870 preparó varias expediciones para la independencia de Puerto Rico, pasando por Martí y las bases del Partido Revolucionario Cubano que instaban a fomentar y auxiliar la independencia de la isla y llegando a Fidel que también hizo suya la causa puertorriqueña.

Al cierre, Arleen recordó que la única embajada de Puerto Rico en el mundo está en Cuba y dio la palabra a Edwin González González, representante de la misión boricua en Cuba, quien ponderó las excelentes relaciones de amistad entre Cuba y varios grupos independentistas puertorriqueños: Destacó que anualmente viene a Cuba la Brigada de Solidaridad “Juan Rius Rivera” a laborar en trabajos voluntarios y participar en actividades políticas y culturales.

Edwin González González, representante de la misión boricua en Cuba.

Explicó que como Puerto Rico al ser colonia no tiene espacio en muchos organismos internacionales Cuba se ha pronunciado en su nombre y mencionó que cada año el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos celebra una jornada para celebrar el aniversario del Grito de Lares.

Concluyó que los boricuas no han logrado la independencia, pero tampoco ha perdido la nacionalidad, que no han vivido un solo minuto de independencia, pero que tampoco han dejado de luchar por ella. Dijo que no tienen otra opción que no sea conquistar la independencia e incorporarse con voz propia al concierto de las Naciones Unidas.