La bebé en brazos de su padre. (Foto AP)

Estremecedoras historias de rescates y reencuentros se suceden como rayos de esperanza en medio de la desesperación. Familias separadas, hogares destruidos, incertidumbre por qué deparará el mañana para las víctimas del peor terremoto en la historia de Japón.

Esta vez los escombros hablaron a los soldados. Parecía imposible, pero el llanto de un bebé atrajo la atención de los rescatistas, que creían alucinar. Una pequeña de apenas cuatro meses había sobrevivido tres días bajo las ruinas de la ciudad de Ishinomaki, completamente devastada por el tsunami.

Según cuenta el ‘Daily Mail’, los soldados la encontraron entre madera y barro, tiritando de frío, mojada y llorando, pero viva. Poco después reposaba tranquila en brazos de su padre, casi sin palabras por la emoción.

La bebé fue arrastrada cuando el torrente irrumpió en la casa de la familia. Durante 72 horas sus padres buscaron desesperados, creyendo que la habían perdido para siempre. Cómo sobrevivió, sigue siendo un misterio.

Y aunque la pesadilla no ha acabado -miles de personas continúan desaparecidas y el país enfrenta una potencial catástrofe nuclear-, por un instante, al menos, la historia de superviviencia de una niña indefensa iluminó la escena de la tragedia.

“El rescate le ha dado un nuevo impulso a la búsqueda”, declaró un funcionario de defensa civil. “Vamos a escuchar, revisar y cavar con mucha más diligencia a partir de ahora”.

Los soldados van puerta por puerta recuperando los cuerpos de los fallecidos, pero no pierden la esperanza de hallar sobrevivientes.

(Con información de AP)

La bebé al ser rescatada. (Foto AP)