El ejército de Pakistán continúa su lucha contra el comando talibán que ha matado a doce miembros de sus fuerzas de seguridad desde que asaltó, durante la noche de este domingo, una base militar de la ciudad sureña de Karachi, presuntamente para vengar la muerte del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden.

Tras catorce horas de combates, el portavoz de las Fuerzas Navales, Irfan-ul-Haq, informó, al canal televisivo “Express”, que otros catorce miembros de las fuerzas de seguridad, han resultado heridos tras el ataque perpetrado por los insurgentes del Movimiento Talibán Paquistaní (TTP), quienes se han responsabilizado por el ataque.

“La operación (para abortar el asalto) continúa y si Dios quiere pronto acabará”, dijo el portavoz, que cifró entre diez y quince los “terroristas” atrincherados en el interior de la base.

Durante la mañana de este lunes, los canales de televisión retransmitieron imágenes del exterior de la base de Mehran, situada en la costeña Karachi, desde donde se escuchaban sonidos intermitentes de disparos.

Los insurgentes irrumpieron, la noche de este domingo, en el recinto militar armados con rifles automáticos y granadas.

El asalto se produce exactamente tres semanas después del anuncio del ataque de comandos de élite norteamericanos que mató al líder de la red terrorista Al- Qaeda, Osama Bin Laden, en la ciudad de Abbottabad, cercana a Islamabad.

El movimiento talibán prometió vengar con ataques contra Pakistán y Estados Unidos.

En abril ya se registraron en Karachi, la ciudad más poblada de Pakistán, dos atentados contra autobuses de la marina, que dejaron un total de ocho muertos.

(Con información de TeleSur)