El ex jefe del FMI Dominique Strauss-Kahn se topó el martes con una nueva demanda de intento de violación., un nuevo escollo para un posible intento de volver a la política, aunque los cargos en su contra en un proceso en EEUU podrían ser retirados este mes.

El New York Post citó a un anónimo destacado investigador diciendo que los fiscales retirarían sus cargos en una vista oral dentro de dos semanas, o incluso antes, debido a las dudas sobre la credibilidad de la supuesta víctima.

En París, sin embargo, la escritora francesa Tristane Banon, presentó el martes una demanda en la que acusa a Strauss-Kahn de intentar violarla en 2003, cuando tenía 22 años, dijo su abogado, David Koubbi a Reuters.

Banon, escritora y periodista, dio un relato pormenorizado en un programa de televisión en 2007 de sus acusaciones de intento de violación por parte de Strauss-Kahn durante una entrevista en un apartamento de París. El martes fue la primera vez que ha emprendido acciones legales.

Su denuncia será examinada por un juez que, se prevé que interrogue a Banon y Strauss-Kahn, enviando investigadores a EEUU si es necesario, antes de decidir si imputa al francés o archiva el caso.

En otro giro de la saga que ha cautivado a gran parte del planeta, la camarera que acusó a Strauss-Kahn en mayo de intento de violación ha denunciado al diario New York Post y cuatro de sus periodistas por decir que era una prostituta.

Indicios de que los cargos en EEUU se están disipando han desencadenado una polémica política que amenaza con envenenar el periodo previo a las elecciones presidenciales de abril de 2012, en las que Strauss- Kahn era un serio aspirante a ganarlas para la izquierda hasta su detención en mayo por presuntamente intentar violar a una camarera de un hotel de Nueva York.

Los simpatizantes de izquierdas, furiosos porque su candidato estrella hubiera sido eliminado de la contienda electoral, rechazaron el caso Banon como una prueba de que los enemigos de Strauss-Kahn están determinados a derribarlo.

“El destino de Strauss-Kahn le ha sido arrebatado. Todos sus amigos se están preguntando cómo es posible que un hombre que es director del FMI y un candidato presidencial se encuentre en prisión pocos días antes de presentar su candidatura”, dijo el diputado socialista Jean-Christophe Cambadelis, un estrecho aliado de Strauss-Kahn.

“Esto es claramente una conspiración contra el Partido Socialista”, dijo a la televisión LCI.

Preguntado por la acusación de Banon, Cambadelis dijo: “Es la manipulación de una mujer joven que quiere obtener fondos de Dominique mediante una denuncia por violación”.

David Koubbi, abogado de Banon, defendió a su cliente, y el momento de su acción. Dijo a la cadena francesa M6 que hablar de un complot contra Strauss-Kahn era una “tontería”.

Strauss-Kahn prevé presentar una contrademanda contra Banon, según afirmaron el lunes sus abogados, una respuesta rutinaria en Francia cuando se presenta una demanda y la otra parte niega haber obrado mal.

Futuro incierto para Strauss-Kahn

El caso Banon puede fracasar tras una investigación preliminar, a menos que el juez estime que hay evidencias tangibles de intento de violación.

Sea cual sea el resultado, las encuestas de opinión publicadas desde el fin de semana sugieren que más de la mitad de los votantes franceses piensan que la carrera política de Strauss-Kahn ha acabado.

François Hollande, el nuevo candidato de la izquierda, se vio arrastrado al debate el martes cuando se le preguntó durante un viaje a la isla caribeña francesa de Martinica sobre la denuncia de Banon. Hollande dijo que él supo del incidente en 2003 y que en su momento le animó a denunciarlo.

“Realmente quiero poner fin a esta polémica, rumores y chismes”, dijo Hollande a los periodistas en Fort-de- France. “Esto se está convirtiendo en algo absolutamente insoportable”.

Un juez liberó el viernes a Strauss-Kahn de su arresto domiciliario, aunque mantuvo los cargos de intento de violación, después de que los fiscales dijeran que la presunta víctima había modificado detalles de su historia.

“Todos sabemos que el caso no se sostiene”, citó el New York Post a su fuente el martes.

(Con información de Reuters)