Cinco hombres, que dijeron ser miembros del sanguinario cártel mexicano de los Zetas, fueron arrestados como sospechosos de causar un voraz incendio en un casino en el que murieron 52 personas, informaron el lunes autoridades.

El ataque, el peor del crimen organizado contra civiles en México, fue cometido el jueves por la tarde cuando un grupo de hombres armados roció gasolina con unos garrafones en el “Casino Royale”, en la norteña ciudad de Monterrey, una de las más azotadas por la violencia del narcotráfico.

Rodrigo Medina, gobernador de Nuevo León, cuya capital es Monterrey, dijo que los hombres dijeron pertenecer a los Zetas, que hasta el año pasado eran el brazo armado del cártel del Golfo y ahora libran sangrientas batallas contra éste en varios estados del norte del país.

“Todos ellos están confesos de haber participado en este multihomicidio (…), algunos como autores intelectuales, otros como coadyuvantes y vigilantes, otros como autores materiales, otros como conductores de los vehículos”, dijo el gobernador en rueda de prensa.

Las autoridades siguen buscando a otras personas que participaron en la masacre y la principal línea de investigación es que el incendio habría sido provocado después de que los dueños del casino se negaron a pagar extorsiones, agregó el gobernador.

La fiscalía general ofreció la semana pasada una recompensa de 30 millones de pesos (unos 2.4 millones de dólares) por información que lleve al paradero de los criminales.

Ataques más letales

Tras el ataque al casino, el Gobierno declaró tres días de luto nacional y anunció el envío de cientos de más policías federales y militares al noreste del país.

Monterrey es la ciudad más rica del país, sede de grandes empresas internacionales.

Hasta hace poco estaba a salvo de la ola de violencia que afecta a la nación, en la que han muerto más de 42,000 personas desde diciembre del 2006, cuando asumió el presidente Felipe Calderón y lanzó un combate frontal contra el narcotráfico.

La estrategia de Calderón contra los cárteles está siendo duramente cuestionada por opositores y organizaciones civiles debido al aumento de ataques contra civiles.

El presidente insistió el lunes en que Estados Unidos debe reducir el consumo de drogas para arrebatar así las exorbitantes rentas económicas que los cárteles obtienen y pidió que el vecino del norte frene la venta de armas de van a parar a los narcotraficantes que operan en México.

“No estamos hablando de unos cuantos, son más de 100 millones de norteamericanos los que consumen droga o han consumido droga y ellos son responsables”, dijo el lunes Calderón a la cadena Televisa.

Los Zetas también fueron señalados por las autoridades de ser los responsables de otros de los peores ataques contra civiles inocentes en medio de la guerra del narcotráfico.

Uno de ellos fue en agosto del 2010, cuando integrantes de esa banda criminal asesinaron a 72 inmigrantes indocumentados de Centroamérica y Sudamérica en el estado norteño de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos.

El 15 de septiembre del 2008 sicarios de los Zetas arrojaron granadas contra una multitud que participaba de las celebraciones del día de la Independencia en la occidental ciudad de Morelia, matando a ocho personas y dejando heridas a más de 100.

(Con información de Reuters)