La policía reprimió el viernes a algunos centenares de escolares que intentaban marchar por no haber sido convocados a un diálogo el sábado del presidente Sebastián Piñera con dirigentes universitarios, maestros y otro sector de estudiantes secundarios.

Los estudiantes secundarios que intentaron marchar por el centro capitalino pertenecen a la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), una organización considerada minoritaria que no fue convocada al encuentro con Piñera. Otra organización que aseguran representa a 80% de los secundarios sí fue convocada al palacio de gobierno.

Aunque era reducida la cantidad de jóvenes que se congregaron la policía les impidió marchar y los dispersó con efectivos montados, carros lanza agua y gases lacrimógenos.

El mandatario dijo el viernes que espera el diálogo “con muchas esperanzas, con muy buena voluntad de lograr acuerdos que nos permitan solucionar los problemas”.

El conflicto educacional se arrastra desde hace tres meses y tiene paralizadas gran parte de las 25 principales universidades del país y unos 200.000 estudiantes secundarios, que reclaman reformas en la educación con mayores aportes estatales y el término del lucro en los establecimientos a los que el Estado les entrega aportes, entre otras demandas.

La revuelta estudiantil ha originado multitudinarias protestas contra el gobierno de derecha, las mayores desde el restablecimiento de la democracia en 1990.

En un vuelco a su reticencia a negociar directamente con los estudiantes y los maestros, Piñera los convocó al diálogo directo.

El gobierno tampoco incluyó en la invitación a los representantes universitarios y sólo invitó a cinco dirigentes de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que reúne a estudiantes de esas 25 principales universidades. Los dirigentes de esa organización le pidieron el viernes al ministro de Educación, Felipe Bulnes, agregar a otros tres que son parte de su mesa directiva.

A pesar de las declaraciones optimistas de Piñera, el gobernante y su ministro de Educación han puesto en duda que se alcance un acuerdo sobre el término del conflicto por su rechazo a eliminar el lucro.

Ambos aseguraron que terminar el lucro afectaría a 1,2 millón de estudiantes. El gobierno y el oficialismo rechazaron en una comisión del Senado un proyecto que prohibe el lucro en los establecimientos con financiamiento estatal. La iniciativa se aprobó en la comisión y deberá ser votada por el pleno del Senado.

También molestó a los dirigentes que el gobierno enviara, pese a sus demandas de discutirlos previamente, dos iniciativas que regulan y disminuyen los intereses por los créditos con aval estatal para financiar los estudios.

(Con información AP)