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Otro crimen político de la OTAN

Publicado el 4 noviembre 2011 en Noticias

Muamar El GadafiPor: Ana Laura de la Cueva, reportera de la revista “buzos [1]

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha sumado un nuevo asesinato a su lista de crímenes: el del líder libio Muammar Al Gaddafi, quien fue ejecutado el pasado jueves 20 de octubre. El dirigente se encontraba en el puerto de Sirte, con sus más fieles seguidores. Una caravana intentó huir de la zona y fue atacada por aviones de la OTAN.  Fue entonces cuando los rebeldes libios irrumpieron en la escena y destruyeron los vehículos donde viajaba el coronel, quien logró escapar y refugiarse en un tubo de drenaje.

Lo detuvieron vivo, lo sometieron a tortura sin freno, así lo confirman videos exhibidos con el morbo acostumbado, parte de la “prensa internacional”, para luego abrir fuego contra él. Gaddafi murió de un balazo en la cabeza y otro en el abdomen. Así lo confirmó la necropsia.

El codiciado tesoro

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el ingreso per cápita en esta nación africana es de 11 mil 300 dólares anuales. Es decir, está en la lista de países con mayor ingreso del mundo. Y no sólo eso; ocupa el lugar 71 frente al resto de las naciones africanas y es una de las mejor posicionadas.

De acuerdo con el Banco Mundial, el nivel de vida de los libios era “medio alto” y 89 por ciento de su población está alfabetizada.

Libia es rica una nación rica petróleo. Las exportaciones de crudo representan el 95 por ciento de los ingresos en la economía libia.

Entre los principales compradores de petróleo de Libia se encuentran Italia, con 40 por ciento. En segundo lugar, Alemania con un 12 por ciento.

El territorio libio también es rico en agua, oro y reservas de gas.

Agua en Libia

Apenas en marzo de este año, el gobierno de Trípoli declaró tener 143.8 toneladas en reservas de oro. Con esta cantidad, la nación libia se ubica entre los primeros 25 países del mundo en cuanto a reservas auríferas, de acuerdo con el FMI.

Antes de que comenzaran los disturbios, el oro se encontraba en el banco central de Libia, en Trípoli. Se cree que después fue transportado a la ciudad de Sebha, cerca de la frontera con Chad y Níger.   Se estima, asimismo, que Libia posee reservas de gas natural por mil 540 billones de metros cúbicos. Parte de este gas tiene como destino Italia. Libia suministra el 13 por ciento del gas natural que necesita la nación italiana.

Respecto al agua, el país libio posee el mayor acuífero del planeta. Son 2 millones de kilómetros cuadrados localizados en la parte oriental de Libia, casi todo Egipto y partes de Sudán y Chad. A esto se le conoce también como el Sistema Acuífero Nubio de Arenisca (NSAS), de acuerdo con información de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

Un informe elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para Educación, Ciencia y la Cultura (UNESCO), establece que este acuífero contiene aproximadamente 120 mil kilómetros cúbicos de agua “fósil”. Es decir, que se depositó hace millones de años.

Para poder emplear esta agua, Muammar Gaddafi desarrolló el Río Grandioso Hecho por el Hombre. Comenzó a funcionar en 1991 y actualmente suministra medio millón de metros cúbicos diarios a las ciudades costeras del país, es decir, más del 70 por ciento de la población libia.

Lo mataron sus “aliados”

Muammar Al Gaddafi fue asesinado y no enjuiciado bajo las leyes libias ni ante la Corte Penal Internacional.

El Primer Ministro del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mahmoud Jibril, declaró días después de la muerte del líder libio que deseaba la captura de Gaddafi con el objetivo de someterlo a juicio por los “crímenes” cometidos durante los 42 años de gobierno.

La imágen es parte del video que muestra los últimos minutos de vida del exlíder libio, Muamar Gadafi, quien fue capturado por los rebeldes que le dieron muerte. Foto: ReutersEntonces, ¿por qué lo asesinaron?

Probablemente porque hay algunos intereses, sobre todo en el exterior, que supusieron que aun  capturado y enjuiciado Gaddafi podría ser una amenaza de resistencia indefinida. Estos intereses se ubican sobre todo en el mundo occidental, entre los líderes o exlíderes occidentales, comentó al respecto el profesor del Departamento de Estudios Sociales y Relaciones Internacionales del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Estado de México, Dehan Mihailovc.

A decir del experto, esto se debe a la riqueza petrolera de la nación libia, cuyo estado es miembro de la Organización de Países Exportadores y Productores de Petróleo (OPEP).

Libia produce 1.6 millones de barriles de crudo diarios. Ocupa el lugar 17 en la lista de los mayores productores mundiales de crudo y es el tercer productor del continente africano; sin embargo, tiene las reservas petroleras más grandes de todo el continente.

Para la internacionalista Nydia Egremy, es “aventurada” una respuesta en ese sentido, “dada la ambigüedad que siempre mantuvieron Estados Unidos, la Unión Europea, la OTAN y la propia ONU sobre la misión del CNT con respecto a lo que harían con Gaddafi después de derrotarlo: capturarlo, desaparecerlo, exiliarlo o asesinarlo”, aseguró al ser cuestionada por buzos [1].

Algunos analistas siempre vieron clara la ejecución de Gaddafi como un trofeo más para Barack Obama que garantice su reelección”, agregó la también periodista.

Y es que dos días antes de ser capturado y asesinado, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, afirmó en Trípoli que “Estados Unidos quiere ver a Gaddafi muerto o capturado”. Para ello, ofreció una ayuda de 11 millones de dólares, adicionales a los que Washington dio a Libia al inicio del levantamiento contra Gaddafi en febrero. En total, la cantidad aportada por la nación norteamericana asciende a 135 millones de dólares invertidos en esta guerra.

Valores y justicia occidentales

“Si en el mundo civilizado, en el mundo donde las relaciones internacionales tienen que desenvolverse bajo un marco legal jurídico, que un político de alto rango, representante de un país, la primera potencia en el mundo, pida la muerte de otro estadista sin enjuiciarlo, sin comprobar todos esos crímenes, sin evidenciar todo lo que se ha hecho, representa una negación no sólo de los valores occidentales sino la negación del sistema jurídico, político y de esa diplomacia que tiene que agotar búsquedas de la paz, antes de usar la fuerza”, exclamó el Doctor Mihailovic.

Los especialistas también fueron cuestionados sobre las razones por las que el líder libio no fue enjuiciado por la Corte Penal Internacional (CPI).

Egremy recordó que esto sucedió así porque “desde una visión política era difícil que el objetivo de su captura fuera llevarlo a una instancia judicial internacional, que Estados Unidos mismo no reconoce. Cabe recordar que durante su presidencia, George W. Bush, se negó a firmar todo tratado sobre la CPI”.

“Son dos las razones”, explicó el catedrático del ITESM: “la primera es la falta de voluntad política y, la segunda, porque probablemente esto resultaría un asunto embarazoso para muchos núcleos del poder, sobre todo en el mundo occidental y para muchos líderes políticos que siguen siendo políticamente activos, debido a que para ellos Gaddafi era un interlocutor bastante válido con quien se negociaba”.

Cuando subió al poder se presentó como un nacionalista árabe que instaba a los musulmanes a luchar contra las potencias occidentales como Estados Unidos y Gran Bretaña. Ante el rechazo de los líderes árabes y africanos, Gaddafi se inclinó hacia el terrorismo en las décadas de 1970 y 1990.

En 1988 Libia fue vinculada con el atentado con bomba contra un club nocturno en Berlín Occidental, y dos años después fue relacionada con el atentado contra el vuelo 103 de Pan Am que estalló en el aire cuando pasaba sobre la ciudad escocesa de Lockerbie.

Años después Gaddafi buscó un acercamiento con Occidente. Parte de ello fue la entrega de los sospechosos del atentado de Lockerbie y en 2003 aceptó eliminar sus armas de destrucción masiva. Tuvo resultados. Tras el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001, decidió colaborar con Occidente, habló en la Asamblea General de la ONU, donde todos los gobernantes mundiales se fotografiaron junto a él en más de una ocasión. Los mismos que ahora le dieron la espalda.

“A esto se suma la desinformación que practican los ‘grandes medios’ de la defensa por Gaddafi de la soberanía de Libia y que era peligrosa para los intereses de los países dependientes del petróleo. Ese conjunto de cambios políticos y necesidades energéticas complicó la relación con el presidente libio”, explicó Nydia Egremy.

Campaña mediática contra Gaddafi

La orden de la OTAN para los rebeldes era clara: capturar y asesinar al líder libio. Dentro y fuera de Libia el exgobernante era acusado de cometer crímenes contra la población de su país.

A Gaddafi se le señalaba como el responsable de haber violado a cinco de las “amazonas” que conformaban una corte de 400 mujeres preparadas para dar la vida por él.

La oposición libia procuraba llevar a Gaddafi a la Corte Penal Internacional y ésta había ordenado, en junio pasado, la detención del líder libio, de Saif el Islam, su segundo hijo; y de la su cuñado Abdulá el Senusi. Todos estaban acusados de crímenes contra la humanidad.

Los jueces de esta Corte los señalaron como presuntos “ejecutores indirectos” de los crímenes de asesinato y persecución supuestamente cometidos contra civiles libios desde el 15 de febrero de 2011 en las ciudades de Bengasi, Misrata y Trípoli.

Gobierno de “transición”

Hoy las nuevas autoridades libias impuestas por la OTAN han proclamado la “liberación” de este país y han iniciado el proceso de negociación necesario para formar un nuevo gobierno de transición, que según versiones internacionales, está definido desde hace varias semanas en Occidente.

De acuerdo con una hoja de ruta elaborada por el CNT libio, este  gobierno se formará en un plazo máximo de un mes y deberá convocar dentro de un plazo de ocho meses a la elección de una Asamblea Nacional que designará a un comité encargado de redactar una nueva Constitución. Posteriormente, en el periodo de un año, deberá convocar a elecciones generales.

“El CNT tiene la tarea muy difícil de instaurar un nuevo régimen, de restablecer el orden, de recuperar la infraestructura destruida por la guerra y, de alguna manera, abogar por la unidad del país que ha sido notoriamente fragmentado por un sinnúmero de intereses debido a una muy compleja estructura tribal que reina en el país”, , consideró el Doctor Dehan Mihailovic, profesor del ITESM.

En entrevista con buzos [1], el especialista señaló que también es necesario tomar en cuenta los intereses políticos de todos los actores que se integraron a “ese gran frente amplio de rebelión, pues ahora quieren su propio pedazo del pastel creado por el nuevo poder”.

De esta forma concluyen ocho meses de rebelión armada y 42 años de gobierno autocrático en Libia.

La OTAN se queda

A pesar de que la OTAN anunció que finalizará su misión en Libia este 31 de octubre, los analistas consultados consideran que aunque se retire la fuerza multinacional, continuará su presencia en esa nación africana.

“Seguirá abasteciendo de parque y equipo al CNT para eliminar cualquier amenaza a sus intereses”, adelantó Egremy.

Para Mihailovic “la presencia de la OTAN o en alguna otra forma no tan explícita y militar del Occidente en Libia, seguirá debido a que se trata de un país petrolero muy importante en el mapa mundial”, aseguró.

Egremy coincidió con el docente y adelantó que el siguiente paso será “el reparto entre las corporaciones de los recursos libios y la puja entre el CNT y los miembros de la OTAN por territorios. Al final, Washington impondrá su veto y su voto conforme a sus intereses”, concluyó.


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