La ex primera dama estadounidense Hillary Clinton podría marcar la diferencia con los republicanos para que Barack Obama gane un segundo término en la Casa Blanca.

Pese a su negativa a involucrarse en política luego de cesar como secretaria de Estado en 2012, la Clinton se proyecta así para muchos de sus compatriotas.

Según un artículo de The American Prospect ^[1], poner en la nominación demócrata a la también exsenadora por Nueva York “podría ser la mejor opción de Obama a la reelección”.

En medios del país aumentan las expectativas si antes de la Convención Nacional Demócrata en Charlotte, Carolina del Norte, el tres de septiembre próximo, Obama anuncia su pedido a la secretaria de Estado a unírsele en la boleta como candidato a la vicepresidencia.

Asimismo Josep Biden, con un historial anterior como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, se desempeñaría secretario de Estado en su segundo mandato.

El uso de esta fórmula, según la publicación estadounidense, puede mejorar las probabilidades de una victoria demócrata en momentos en que las condiciones económicas hacen de la re-elección un asunto difícil para cualquier presidente.

Para los analistas, Clinton está asociada con la parte de la administración Obama que goza de la más alta aprobación y no se le vincula con la política económica y ahora podría favorecer el billete con una voz fresca y el sentido de la renovación en temas económicos.

Sondeos de opinión sostienen que ella es la mujer más admirada en Estados Unidos durante los últimos siete años, donde tiene gran respeto por su constancia, la perseverancia y la inteligencia.

Estudios recientes muestran que su nivel de aprobación en años está por encima de 60 por ciento, mucho más que Biden o el propio Obama.

Como pasó en 2008, la actual secretaria de Estado tiene más atractivo que el presidente entre los adultos mayores, los votantes blancos, un grupo que se volvió bruscamente hacia los republicanos cuando derrotaron a los demócratas en los comicios de medio término en 2010.

Estudiosos del tema electoral estadounidense aseguran que llevarla en la fórmula demócrata como candidato a la vicepresidencia aumentaría el entusiasmo y la participación electoral en las base del Partido, a la vez que sería importante su contribución entre las mujeres, los latinos y judíos.

Por ejemplo, recientes sondeos, como uno realizado por la Universidad de Suffolk, anticipan que Clinton ayudaría a que Obama gane estados claves como Florida.

Si los republicanos llevan al senador Marco Rubio, como candidato a vicepresidente, pese a las críticas a su tergiversada hoja de vida, este ayudaría a su victoria, aunque, según las encuestas Obama derrotaría a los republicanos allí añadiendo a Clinton.

Luego de varias negativas a seguir en política, incluso tras versiones de que podría desempeñarse como secretaria de Defensa cuando se retiró Robert Gates, la funcionaria podría acceder a otro pedido del mandatario, estiman expertos.

Algunos análisis plantean que la elección del candidato a la vicepresidencia no tiene un peso determinante pero la realidad muestra lo contrario.

La historia indica que en algunos casos hasta el uno por ciento de los votos puede determinar el acceso a la Casa Blanca como ocurrió en el enfrentamiento de Albert Gore y George W. Bush en Florida.

Otros aspectos a considerar por los estrategas del partido identificado con el color azul, van más allá en proyección hacia las elecciones de 2016.

Si se concreta la entrada de Clinton a la formula, esa sería su proyección para los comicios de 2016 más cuando los demócratas perdieron importantes puestos como gobernadores y en el Congreso, y aunque no estarían huérfanos de candidatos, la ex primera dama sería una importante opción.

También estudiosos consideran que aunque Clinton anunció su intención de retirarse a la vida privada, aún así sería una posibilidad fuerte para lanzar su candidatura en 2016, sin tener que enfrentar las actuales crisis en el país.

Además puede determinar si ella es considerada por el movimiento American Elect, que intenta reunir el descontento de republicanos y demócratas en una tercera opción electoral, en la cual la ex primera dama no está descartada.

Este grupo pudiera aglutinar el llamado voto independiente, para muchos determinante en los próximos comicios, y que secundaría la opción.

En resumen Hillary Clinton pudiera ser la tabla de salvación de los demócratas además de proyectarse como la primera mujer estadounidense en ocupar la presidencia en Estados Unidos.

(Con información de Prensa Latina)