Por: Luis René Brizuela Brínguez

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pronunciará hoy el tradicional discurso sobre el estado de la Unión en momentos en que los signos de un repunte de la crisis económica continúan siendo inciertos.

El mandatario tratará de convencer al país de un supuesto mejoramiento de los indicadores económicos, para lo cual expondrá seguramente la recién anunciada baja de la tasa nacional de desempleo, ahora en un 8,5 por ciento.

Sin embargo, ese indicador también refleja que más de 13 millones de ciudadanos continúan sin trabajos, mientras analistas estiman que tal cifra no debe experimentar reducciones significativas teniendo en cuenta las previsiones más optimistas.

Otro de los puntos a los cuales pudiera referirse el gobernante es a la extensión del recorte de impuestos y el pago por desempleos a la clase trabajadora, medida que a fines de año se acordó mantener por dos meses.

Sin embargo, la Casa Blanca insiste en la necesidad de ampliar la reducción de gravámenes a un año completo, como forma de aliviar la carga fiscal de unos de unos 160 millones de estadounidenses de clase media, como factor de incentivo al consumo de tan importante sector.

Debe recordarse que el número de estadounidenses que engrosan la fila de los pobres alcanzó la cifra récord de 49 millones, es decir, el 16 por ciento de la población.

El jefe de Estado no debe obviar algunos de sus alegados “triunfos” en política exterior durante 2011, como es el asesinato en Afganistán del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden y la salida de las tropas de Irak.

Expertos aseguran que la anunciada entrega de las operaciones militares al mando militar afgano en 2014 responde más a los astronómicos gastos del conflicto desde hace una década, a los miles de uniformados muertos y heridos en los combates y emboscadas y a la persistencia de un territorio ingobernable para los ocupantes.

En Bagdad, sin embargo, Washington mantendrá una “fuerte presencia diplomática” con unos 16 mil empleados, contratistas de seguridad y expertos en comercio y agricultura bajo la égida de su embajada.

Al mismo tiempo, unos 15 mil soldados se encuentran acantonados en Kuwait y refuerzan la presencia militar en la región del Oriente Medio, en momentos cuando Estados Unidos y algunos de sus aliados atizan un eventual conflicto con Irán, a raíz de su programa nuclear con fines pacíficos.

El discurso de este martes ocurre días después de iniciarse el tercer año de la administración Obama y cuando muchas de las promesas que realizó en su anterior alocución permanecen incumplidas, comentó la víspera el diario The Washington Post.

Algunos objetivos como reformar las leyes migratorias o establecer reuniones mensuales con congresistas de ambos partidos (Demócrata y Republicano) no fueron alcanzados por la oposición de legisladores, y otros quedaron pospuestos para priorizar otros temas, señaló el influyente periódico.

El gobernante promovió entonces la eliminación de subsidios a las compañías petroleras, el reemplazo del plan Ningún Niño Dejado Atrás por mejores regulaciones en Educación y modificaciones en el sistema de impuestos, las cuales aún permanecen sin implementar, precisó la publicación.

El presidente demócrata sigue con la deuda del cierre de la cárcel en la bahía de Guantánamo, lugar donde se torturó prisioneros; el prometido “nuevo comienzo con los musulmanes” y una relación distinta con América Latina, entre otros temas.

(Con información de Prensa Latina)