Los dos grandes sindicatos españoles, en pie de guerra con el gobierno de Mariano Rajoy por la reforma laboral que aprobó el viernes, trasladaron hoy personalmente a la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, sus críticas a una medida que según ellos contiene elementos inconstitucionales.

“No es una reforma para la contratación, es una reforma para el despido”, manifestó el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández Toxo, tras la reunión con la ministra, a la que acudió junto a su homólogo de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez. “Es una reforma que va a destruir mucho empleo a corto plazo”, dijo.

La reforma laboral, la más profunda en la reciente historia democrática de España, fue aprobada el viernes por decreto y entró en vigor el domingo. Junto al abaratamiento y la facilitación del despido, abre la puerta a que las empresas rebajen los salarios de los trabajadores “por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción”. Facilita y acelera también los despidos colectivos.

La reforma pasará por el Parlamento para su ratificación, donde el Partido Popular (PP) de Rajoy tiene una abrumadora mayoría absoluta.

No obstante, el Ejecutivo está abierto a negociar con otras fuerzas políticas para obtener un respaldo del que no precisa pero que le permitiría repartir el coste político.

“Haremos advertencias muy argumentadas en algunos aspectos.

Aportaremos nuestras alternativas porque el real decreto ley no resuelve los problemas que existen, no son errores técnicos sino horrores en materia laboral”, dijo Méndez.

Entre los elementos inconstitucionales que ven los sindicatos se encuentra la discriminación entre trabajadores de empresas con menos de 50 personas, donde el despido pasa a ser “libre y gratuito”, según alegan, y empresas con mayor número de empleados.

Si la ley que salga del Parlamento no enmienda los elementos inconstitucionales, los sindicatos acudirán al Tribunal Constitucional. Y a ellos podría unirse Izquierda Unida (IU), la tercera fuerza política nacional, según lo manifestado hoy por su coordinador general, Cayo Lara.

Los sindicatos consideran que la reforma, que abarata y facilita del despido, está desequilibrada porque favorece los intereses empresariales frente a los de los trabajadores y supone un camino “erróneo” y “peligroso” para superar la crisis. Según UGT y CCOO, el gobierno de Rajoy la ha diseñado respondiendo a criterios financieros -básicamente para tranquilizar a los mercados- y no laborales.

CCOO y UGT han convocado una serie de movilizaciones contra la reforma laboral, entre ellas manifestaciones el próximo domingo que pretenden que sean masivas, y amagan con llamar a la huelga general.

(Con información de DPA)