El relator de las Naciones Unidas para la Educación, Kishore Singh, proseguirá hoy una visita a Ecuador, en la cual constata los avances y retos el proceso de transformación en esta área.

La agenda de Singh busca examinar el proceso de reforma educativa y las iniciativas para mejorar la calidad educativa, así como la situación de los profesores y la igualdad de oportunidades para los alumnos.

Para ello tiene previsto reunirse aquí con representantes del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), la agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), organizaciones no gubernamentales y la Unión Nacional de Educadores.

Además dialogará con funcionarios del gobierno, entre ellos los titulares de los ministerios de Educación, Gloria Vidal, de Cultura, Érika Sylva, y de Deportes, José Francisco Ceballo.

La estancia del Relator coincide con la declaración este 2012 de Año de la Revolución Educacional en Ecuador, con el propósito de alcanzar el grado de excelencia, como base para el desarrollo de la nación.

El Gobierno de Ecuador ha expresado su aspiración de consolidar y reformar la infraestructura educativa pública para mejorar la enseñanza en todos los niveles.

Estos cambios en el sistema comprenden la recalificación de los docentes, el otorgamiento de plazas por nombramientos tras exámenes de oposición, el desarrollo de las llamadas Escuelas del Milenio y el cierre de Universidades por mala calidad académica.

Al menos 14 centros de altos estudios debieron ser clausurados este año luego de que no superaran en el tiempo establecido los señalamientos realizados por una comisión gubernamental creada a tales efectos.

Ello demandó la instauración de un llamado Plan de Contingencia para reubicar a los estudiantes de esas instituciones suspendidas del sistema de educación superior, que avanza aunque con tropiezos y la resistencia al cambio.

Por otra parte, se concedieron nuevas becas en el país y en el exterior para quienes alcanzaron alto rendimiento académico o se postularon a fin de cursar estudios de maestría en diversas materias, con la única condición de que retribuyan al país su preparación.

Este año también se firmó un convenio con la organización sin fines de lucro Educational Testing Service para evaluar las habilidades de los docentes que imparten el idioma inglés en el país, pues solo el 10 por ciento del total de ellos habla esa lengua.

Esta es considerada la causa de que los estudiantes ecuatorianos al terminar el bachillerato no dominen el inglés y luego enfrenten dificultades para continuar estudios o insertarse en el mercado laboral.

Una de las grandes deudas del gobierno, al decir del presidente Rafael Correa, es la educación especial, por lo cual es preciso reformar el sistema para poder ofrecer ese servicio.

También Correa ha anunciado un plan para el reordenamiento de la oferta tras considerar que en Ecuador existen 19 mil instituciones públicas que no ayudan a satisfacer las necesidades de la población porque no tienen las instalaciones ni equipos necesarios.

Incluso, mencionó que existen niños que se ven obligados a acudir a centros privados sin tener las condiciones económicas para ello, al tiempo que otros ni siquiera asisten por esa misma causa.

Los esfuerzos contemplan la reducción del trabajo infantil y la inclusión de estos niños de la calle en los programas educativos, lo cual ya ha permitido que al menos 450 mil niños salgan de las condiciones infrahumanas de vida y un número importante acuda a las aulas.

El Gobierno se empeña, además, en reducir el índice de analfabetismo del país, que a principios de este año era del seis por ciento, con programas como el denominado Dolores Cacuango y Manuela Sáenz, y el método cubano Yo, sí puedo.

(Con información de Prensa Latina)