Cambiar la estrategia de trabajo y renovar proyectos comunitarios son algunos de los planes de la Oficina en Cuba del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), según explicó Arsenio García, responsable de Comunicaciones de esa entidad.

Los principios aplicados por dos décadas se mantienen, las modificaciones son estructurales debido a que cambiará la subdivisión por edades con la que hoy atendemos a la niñez , pasando a separarse en áreas temáticas, precisó en declaraciones a la AIN.

Educación, Salud y Nutrición, junto a Adolescencia y Protección de la Infancia serán los tres nuevos ejes, señaló el funcionario.

García comentó que en Cuba los menores ya están bien amparados en estos aspectos, por ello el papel de la UNICEF es enfatizar solo en puntos concretos que las autoridades gubernamentales consideren necesarios, de manera que se concentren los esfuerzos y el trabajo de ese organismo internacional sea diferenciado y notable.

Abundó que esa notoriedad será una de las vías para recaudar fondos, cosa cada vez más difícil en el caso de la patria de José Martí, porque sus indicadores de la niñez son muy positivos, y se podría pensar que otras naciones necesitan más esa ayuda, acotó.

Pero aunque las políticas sociales cubanas sean muy buenas, existen grupos vulnerables, ya sea por vivir en un territorio de difícil acceso, o por pertenecer a una zona de riesgo socioeconómico, apuntó.

Anunció que uno de los propósitos es rescatar el proyecto Para la vida, no solo con los spots televisivos de bien público, su faceta más divulgada, sino también con el trabajo comunitario, como parte de una política mundial de apoyar las campañas de comunicación para el desarrollo y el cambio social.

García opinó que esa experiencia puede difundirse por otras naciones, como mismo Cuba puede sistematizar su labor con los niños en un modelo que, con pequeñas variantes, se aplique en el extranjero, sobre todo en las naciones subdesarrolladas, con las que estamos interesados en aumentar la cooperación, resaltó.

(AIN)