Según la Casa Blanca, el mandatario pronunciará un discurso en el puerto de esa ciudad sureña y también hará énfasis “en la importancia de tomar medidas para crear empleos mediante el aumento de las ventas al exterior”.

Su comparecencia tiene lugar justo cuando varios expertos coinciden en que la economía estadounidense se desaceleró incluso antes de la parálisis del Gobierno en octubre pasado, lo cual incidirá en el crecimiento del último trimestre del año.

“No hay señales de que la economía esté ganando impulso. Si se suma el cierre parcial a una tendencia subyacente ya apagada, es difícil ver a la economía despegando en el corto plazo”, comentó Thomas Costerg, especialista del banco Standard Chartered de Nueva York.

Obama escogió Nueva Orleans porque esa ciudad alcanzó uno de los niveles más altos del país en exportaciones, principalmente de combustible.

El presidente da seguimiento así a una gira nacional iniciada en agosto para promover la agenda económica de su gobierno.

Ese periplo incluyó paradas en Tennessee, Florida, California, Arizona, Misuri e Illinois, donde tocó los temas de la creación de empleos, las reformas tributarias y en el sector inmobiliario.

Obama emprendió su campaña después que un sondeo de la encuestadora Marist reveló que solo 41 por ciento de los estadounidenses aprueba su gestión económica, la cifra más baja obtenida en esta pregunta desde 2011.

(Prensa Latina ^[1])