La jornada de denuncia y solidaridad que congrega aquí a representantes de casi 30 países, quienes exigen al gobierno estadounidense la liberación de tres antiterroristas cubanos confinados en cárceles federales, entra hoy en sus últimos días.

Desde el pasado 4 de junio abogados, parlamentarios, religiosos, escritores, artistas, sindicalistas, artistas y amigos de la causa de los Cinco ^[1], como son conocidos Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, buscan desde aquí aumentar la presión política para lograr una solución.

Precisamente, una de las actividades principales del programa fue una conferencia que debatió el futuro de las relaciones entre Estados Unidos-Cuba mediante distintos paneles que incluyeron, entre otros, la actualización del caso, la historia del terrorismo contra Cuba y los intercambios culturales en el actual gobierno.

Durante la clausura de la conferencia el viernes, la activista por la paz Cindy Sheehan instó a que se articule un movimiento político de tales proporciones que a la administración de Barack Obama ^[2] le resulte insostenible mantener presos a Hernández, Labañino y Guerrero.

Presentaciones de libros, proyección de documentales, una manifestación pacífica frente a la Casa Blanca que pidió por los luchadores cubanos contra el terrorismo, así como por la excarcelación del líder independentista puertorriqueño Oscar López Rivera han sido centro de atención en el evento.

La víspera los participantes en la jornada -que organiza el Comité Internacional por la Libertad de los Cinco-, rindieron homenaje al excanciller chileno Orlando Letelier y a su asistente Ronni Moffit, asesinados en Washington en 1976.

Para frenar actos como esos contra su país, fue que Hernández, Labañino y Guerrero, así como Fernando González y René González (ya en Cuba, pero cumplieron la totalidad de sus condenas) se infiltraron en grupos violentos radicados en el sur de la Florida.

Francisco Letelier, hijo del excanciller chileno, dijo que tenía 11 años cuando le fue arrebatado su padre a consecuencia del terrorismo y unió a sus palabras el reclamo de libertad para Gerardo, Ramón y Antonio.

Los Cinco, como se les conoce mundialmente, fueron sometidos a un proceso irregular derivado del ambiente de hostilidad hacia la isla caribeña existente en la ciudad de Miami.

Desde 2005 un grupo de expertos de Naciones Unidas concluyó que la detención de ellos era arbitraria y pidió al gobierno estadounidense remediar la situación, pero casi 16 años después del arresto(12 de septiembre de 1998) tres de ellos siguen confinados.

(Tomado de Prensa Latina ^[3])