La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, destacó hoy aquí que llegó la hora de construir una integración productiva a nivel regional.

Durante una conferencia ofrecida en la Universidad de La Habana, la funcionaria señaló que ese proceso debe abarcar los ámbitos económico, político, social, cultural y ambiental, a fin de concretar pactos que tracen el camino hacia un futuro sostenible.

Ante diplomáticos, académicos y estudiantes del centro de altos estudios de la capital cubana, remarcó que aunque las naciones latinoamericanas y caribeñas no son las más pobres del mundo, muestran los mayores niveles de desigualdad.

Para hacer frente a ese panorama, Bárcena resaltó la necesidad de que los países del área se enfoquen en los objetivos de lograr igualdad en términos de convergencia productiva y territorial; acceso a educación, salud, empleo y seguridad social; y estrategias económicas con visión propia y de largo plazo.

La titular de la Cepal manifestó que esta zona geográfica ha logrado importantes conquistas como contar con paz, estabilidad y una macroeconomía prudente, emprender la lucha frontal contra la pobreza, desarrollar políticas sociales más universales y tener la voluntad de mayor integración.

Sin embargo, indicó, luego de años de bonanza económica el área enfrenta ahora un contexto de menor crecimiento y poco dinamismo del consumo, niveles de inversión insuficientes y disminución de las exportaciones.

Al mismo tiempo, la región debe encarar los retos de la transición demográfica, la dinámica de los asentamientos urbanos (cuando el 80 por ciento de la población vive en las ciudades), el cambio climático, y la preocupación por la seguridad ciudadana.

De acuerdo con Bárcena, ante esa situación deben articularse cadenas de valor regionales con el apoyo de empresas transnacionales, especialmente las translatinas, y cambiar la estructura productiva y exportadora de la zona geográfica.

Por eso, llamó a los Estados a renovar sus pactos fiscales, a adoptar acuerdos para una mejor gobernanza de los recursos naturales, a invertir para impulsar la productividad, a emplear la consulta social con rendición de cuentas y a promover la cultura de integración regional con solidaridad.

Los pactos imprimen viabilidad política para alcanzar una nueva trayectoria de crecimiento y cambio estructural que asegure grados progresivos de igualdad con sostenibilidad, concluyó.

(Tomado de Prensa Latina ^[1])