El diálogo se abre paso en Venezuela en busca de la paz y contra los ataques a la institucionalidad en el país.

El alcalde del mu­ni­cipio Libertador de Caracas, Jorge Rodríguez, afirmó ayer que el 85 % de la población de Venezuela respalda el diálogo Gobierno-oposición, como vía para garantizar la paz e impulsar el desarrollo económico del país, reportó PL.

Así se refirió a la opinión nacional acerca de las negociaciones pú­blicas que comenzaron ayer aquí y no en Isla Margarita, estado Nueva Esparta, como lo anunció el enviado de la Iglesia Católica, Emil Paul.

Lo que piensa el pueblo, sin em­bargo, es ignorado por los líderes opositores, quienes no tienen verdadera vocación democrática, aseguró el también miembro del Buró Político del Partido Socialista Unido de Venezuela.

Durante una entrevista en el programa José Vicente Hoy, transmitido por Venezolana de Televisión, tam­bién acusó a la coalición de partidos opositores Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y otros sectores de la derecha, de torpedear un proceso de negociación entre los principales actores políticos de la nación.

Nada de lo que suene a diálogo lo consideran positivo, pareciera que quieren ver a Venezuela destruida como Siria o Libia, declaró.

Quieren una solución violenta para la situación del país, de lo contrario ya se habrían sentado con el presidente Nicolás Maduro, que propone establecer una mesa de negociación en casi cada comparecencia pública, acotó.

Por otra parte, el dirigente socialista criticó a la MUD por intentar esconder su disposición a desestabilizar la sociedad venezolana, detrás de la promoción de un referendo revocatorio contra el jefe de Estado.

No les interesa, dijo, el proceso de consulta, porque presentaron la solicitud fuera de los tiempos establecidos y cuando recogieron el 1 % de la voluntad popular, cometieron el fraude más grande de nuestra historia, al presentar más de 10 000 firmas de personas fallecidas, entre otras violaciones.

Por otra parte, reprochó el «proceder anticonstitucional de la Asam­blea Nacional», que tras las elecciones parlamentarias de diciembre pasado fue instalada con mayoría opositora y debe ejercer sus funciones hasta el 5 de enero del 2021.

El Parlamento se «autodisolvió», podemos decirlo así, porque no respeta las decisiones de la sala Cons­titucional del Tribunal Supremo de Justicia, que en última instancia in­terpreta la Constitución de la Re­pública, y por ello no puede cumplir sus funciones, señaló.

Necesitamos paz para trabajar, diálogo, que la oposición no se le­vante de la mesa de negociaciones, para poder abrir buenas perspectivas para el futuro democrático y económico del país, concluyó.