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Dos ciudades ocupadas por el terrorismo: Alepo y Mosul

Publicado el 26 septiembre 2017 en Noticias,Militar e Inteligencia,Política

Alepo y Mosul ciudades ocupadas por el terrorismo

Alepo y Mosul ciudades ocupadas por el terrorismo

Alepo y Mosul se convirtieron, cada una a su manera, en los principales bastiones del Estado Islámico en Oriente medio. Estas dos grandes ciudades han estado bajo el yugo de los terroristas, pero mientras que la primera consiguió ser liberada por las Fuerzas gubernamentales sirias, gran parte de la urbe iraquí sigue aún bajo control yihadista.

El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, anunció esta semana que la operación contra el Estado Islámico en Mosul, iniciada el 16 de octubre de 2016, había entrado en su fase final. La segunda ciudad más importante de Irak se encuentra en manos de los yihadistas desde junio de 2014. Desde que empezó esta ofensiva, la localidad se ha visto fuertemente afectada por intensos bombardeos, mientras que sus habitantes están sufriendo una verdadera catástrofe humanitaria.

La situación de Mosul, la capital del norte de Irak, se asemeja en gran medida a la batalla que se libró en Alepo, la segunda urbe de Siria, hasta finales del año pasado. El 22 de diciembre concluyó la liberación de la ciudad siria por parte de las tropas gubernamentales tras la evacuación del último grupo de militantes. ¿Qué es lo que une y separa las situaciones en las dos urbes, tan similares pero tan distintas al mismo tiempo?

En la operación de asedio y conquista de Mosul participa un contingente de unos 100.000 soldados del Ejército iraquí, de las fuerzas kurdas de la Peshmerga y de la coalición internacional liderada por Estados Unidos. Se está empleando artillería y se están realizando ataques aéreos contra unos 5.000 terroristas parapetados a lo largo de la ciudad. La operación se está viendo dificultada por el hecho de que los yihadistas están utilizando a civiles como escudos humanos para obstaculizar la ofensiva.

En el caso de Alepo, así como en Siria en general, Washington y sus aliados han estado haciendo todo lo posible para detener el avance de las Fuerzas gubernamentales, mientras que en Irak están ayudando activamente a las mismas.
En Siria, junto con el Estado Islámico están combatiendo los representantes de llamada ‘oposición moderada’, vinculada a los islamistas radicales y apoyada por Washington, mientras que entre los ‘defensores’ de Mosul no opera ningún grupo calificado con este nombre. Además, en la operación antiterrorista de Alepo estuvo involucrada Rusia.
Otra diferencia entre Alepo y Mosul es la presencia en la ciudad siria de organizaciones internacionales, representantes de la ONU y de la Media Luna Roja y de muchos periodistas internacionales. Por el contrario, no hay tanta presencia de medios, activistas y voluntarios en la ciudad iraquí, algo que hace aún más difícil de controlar el impacto en la población que tiene la operación antiterrorista de la coalición.

Una importante diferencia se observa también en cuanto a la situación humanitaria en ambas ciudades. Al mismo tiempo que los esfuerzos conjuntos de Moscú y Damasco lograron proporcionar ayuda humanitaria a los numerosos ciudadanos afectados por los combates en Alepo, las condiciones de los civiles iraquíes atrapados en Mosul siguen siendo lamentables.

En Alepo se abrieron 8 corredores humanitarios con puntos de comida y atención médica. Según el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, casi 34.000 personas, incluidos 8.500 niños, fueron evacuados de Alepo oriental en el marco de una “gran operación humanitaria”.

Sin embargo, en Mosul no se han establecido condiciones similares. “Se habla de ‘inminentes’ ataques contra barrios urbanos habitados por civiles”, pero “ni siquiera hablan de corredores humanitarios, como si la ciudad solo estuviera habitada por  terroristas”, afirma, a su vez, el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, el mayor general Ígor Konashénkov.

Durante la operación antiterrorista en Siria, Moscú y Damasco incluso proporcionaron a los milicianos dos de los ocho corredores humanitarios para que pudieran abandonar con seguridad la ciudad. Por el contrario, en Mosul la coalición habla de un cerco, de la creación de un ‘anillo de hierro’ con el objetivo de eliminar en su totalidad a los insurgentes que se encuentran en la ciudad.

Los habitantes de Mosul sufren constantes cortes de agua y falta de comida. El bloqueo de los suministros, que llegaban en su mayoría desde Siria y abastecían a los yihadistas, ha provocado que los precios de los alimentos se disparen en la ciudad, haciéndolos prácticamente inaccesibles para la gran mayoría de sus habitantes.

Algo similar ocurre con el agua, ya que la cañería principal que dotaba de agua la ciudad quedó dañada durante los ataques y su reparación resulta imposible porque se halla en plena zona de combate.

En el momento del comienzo de la batalla, Mosul contaba con unos 1,5 millones de habitantes. Actualmente, según datos de la ONU, al menos 800.000 personas siguen atrapadas en la ciudad mientras se sigue desarrollando la operación militar contra el grupo terrorista.

En lo que se refiere al número de civiles afectados por los combates, la situación de Mosul es mucho peor que la que existía en Alepo. En la ciudad iraquí se hallan atrapadas actualmente unas 800.000 personas, cerca de la mitad niños, según los datos de la UNICEF. Mientras, en Alepo solo había unos 250.000 civiles, 100.000 de los cuales se encontraban en el territorio controlado por los yihadistas durante la operación antiterrorista finalizada en diciembre.

De acuerdo con las estimaciones de la ONU, tras el comienzo de la operación antiterrorista en Mosul, cerca de 240.000 personas fueron obligadas a abandonar sus hogares. Aunque los medios occidentales prefieren omitir este tipo de informaciones, los civiles que lograron huir de Mosul confiesan que tenían miedo tanto a las armas del Estado Islámico como a los proyectiles de sus ‘liberadores’.

Las víctimas civiles durante los ataques aéreos de la coalición encabezada por Estados Unidos se estiman en 132 muertos solo en la primera mitad de marzo. “Nuestras casas fueron destruidas por aviones, hemos huido de la muerte. Estamos cinco días sin comer ni beber”, declaró uno de los refugiados iraquíes a RT. Por todo esto, miles de personas intentan abandonar la ciudad iraquí diariamente.

A finales del año pasado, el exrepresentante oficial del Departamento de Estado de EE.UU., John Kirby, aseguró que Washington “está preocupado por el destino de la población civil [en Mosul], trata de defenderla y, en primer lugar, lucha contra el EI”. Pero cuando hablaba de Alepo, el tono de Kirby cambiaba radicalmente: “las principales pérdidas las sufren la oposición y los civiles”.

No obstante, las cifras reales de las que no quieren hablar las autoridades estadounidenses muestran una realidad muy diferente.

La posición de los gobiernos y de los medios de comunicación occidentales varía enormemente al analizar la situación de Mosul y la de Alepo. Ejemplo de ello es que Washington defiende ahora a capa y espada la ofensiva en Mosul pese a reconocer que el Estado Islámico está usando en la ciudad a los civiles como escudos humanos, pero tachaba de “barbarie” la operación antiterrorista en Alepo emprendida por las tropas sirias respaldadas por las Fuerzas rusas.

Así, pese a que los vecinos de Mosul informan casi a diario sobre las bajas civiles causadas por los ataques de la coalición, parece que los medios de comunicación occidentales no tienen ninguna prisa en hacer sonar la señal de alarma sobre la catástrofe humanitaria que vive la ciudad.

Las cadenas CNN y BBC casi no dedican tiempo en sus informativos para hablar sobre el impacto de la operación antiterrorista en Mosul, tratando de promover una imagen limpia y positiva de la misma. Durante la batalla de Alepo, por el contrario, estos mismos medios relataron continuamente historias sobre las supuestas consecuencias negativas de las acciones de las Fuerzas rusas y las de Bashar Al Assad en contra de la población civil en la ciudad siria.

La madre Agnés-Mariam De La Cruz, una monja de origen francolibanés del monasterio grecocatólico de San Jacobo el Mutilado de Qara, en Siria, aseguró a RT que el desorden actual en Mosul está provocado por la impunidad que acompaña a la actuación en la ciudad de las tropas de la coalición internacional. .

(Tomado de RT [1])


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