Por: Luz Maria Martinez Zelada

El pueblo cubano es, por antonomasia, culto y sencillo pero existe un segmento de ese todo que practica la ostentación,  como una forma de llamar la atención y en muchos casos logra afectar a los demás.

La exhibición de muchas joyas al mismo tiempo recuerda a vendedores ambulantes de prendas en otros tiempos, que para la comercialización se las colocaban en su cuerpo, lo que no refleja buen gusto y resulta chocante para la mayoría.

Pero los portadores de tanto brillo dirán que les gusta lucir el fulgor de los metales y no deja de ser  una verdad  pueril.

Existe otra muestra de la capacidad financiera de los ostentosos, referida a los equipos de audio: a mayor potencia, más  caros.

Dueños de  dispositivos potentes  salen a la calle o los colocan frente a la ventana, no tanto con el objetivo de escuchar la música como para que todos sepan de su propiedad y no puedan dormir, ni oír la televisión , ni conversar en casa.

Abundan otras demostraciones como sucede con los canes, el mejor amigo del hombre, pero algunos convierten al noble animal  en objeto de exhibición, perros que deben ser los más caros para pasearlos con una cadena brillosa también.

El alarde de una ventajosa situación financiera hace pensar en las sentencias de José Martí, en la carta que escribiera a María Mantilla, desde Cabo Haitiano el ocho de abril de 1895.

“…Mucha tienda, poca alma. Quien tiene mucho adentro, necesita poco afuera. Quien lleva mucho afuera, tiene poco adentro, y quiere disimular lo poco…. “

“… es deber humano causar placer en vez de pena, y quien conoce la belleza la respeta y cuida en los demás y en sí. Pero no pondrá en un jarrón de China un jazmín: pondrá el jazmín, solo y ligero, en un cristal de agua clara. Esa es la elegancia verdadera: que el vaso no sea más que la flor”.

Ante tanta exhibición cabría preguntarse si esas personas ostentosas perdieron la capacidad de admirar la flor, influidos por la sociedad de consumo, ajena a la raíz e idiosincrasia del  pueblo cubano.

(Tomado de la ACN)