Jóvenes camagüeyanos delegados de circunscripciones, durante un encuentro con la máxima dirección del partido, el gobierno y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en Camagüey, el 2 de abril de 2018. Foto: Rodolfo Blanco

La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC ^[1]) arriba este cuatro de abril a su aniversario 56 con el reto de parecerse más a sus miembros, a una generación diversa y comprometida, pero con otras maneras de entender y afrontar sus realidades.

Recientemente la Doctora Teresa Viera Hernández, directora del Centro de Estudios sobre la Juventud, expresaba que este grupo etario en Cuba posee altos niveles de instrucción, ocupación, salud y desarrollo profesional; y que constituye un segmento poblacional que estudia a profundidad su mundo circundante.

Tenemos una juventud ^[2] que participa, desde su cotidianidad, en la modificación de todo lo que debe ser cambiado y en la evolución desarrollada de nuestro Socialismo, afirmaba la especialista.

En el Congreso Internacional de Investigadores sobre Juventud, efectuado en La Habana en la semana anterior, estudiosos del tema coincidieron en que los principales proyectos futuros de estudiantes y/o trabajadores de la Isla se vinculan, precisamente, al desarrollo de la profesión-trabajo, a la familia, el empleo del tiempo libre, la búsqueda de alternativas que les permitan satisfacer sus necesidades materiales y alcanzar la realización personal.

Entre sus aspiraciones destaca, de igual manera, poder viajar, conocer otras culturas, buscar un desenvolvimiento económico y la superación profesional, aunque en la mayoría de los casos sin una noción de ruptura ni de salida definitiva del país.

Según Consuelo Martín, profesora de la Universidad de La Habana, los jóvenes tienen la audacia y la necesidad de generar proyectos personales, familiares y sociales en los cuales sienten la necesidad de “moverse” dentro y fuera de su nación.

No se trata de cambios al azar, sino de la posibilidad de generar planes de vida que transformen las sensaciones, los sentimientos y la realidad en la que viven, afirma la investigadora.

También, cada vez más estas generaciones apuestan por el uso de las nuevas tecnologías, ya sean celulares, tablets o computadoras portátiles, y buscan disímiles alternativas para navegar por Internet.

Estar hoy en las redes sociales, compartir, consumir información en las plataformas digitales es una realidad incluso para los cubanos, con todas las conocidas limitaciones del país en cuanto a conectividad.

La juventud cubana, al igual que la del mundo, es revolucionaria, pero no solo en el sentido político de la palabra, sino también por su capacidad y necesidad de generar cambios rápidos y profundos.

Ante esta heterogeneidad, la UJC debe repensar cómo llegar a su membresía, transformar la manera de interactuar con ella y de hacerla dialogar sobre sus aspiraciones, ideas y maneras de entender el contexto cubano e internacional.

¿Qué significa ser un joven comunista en la Cuba actual? ¿Desde qué escenarios y con qué discursos se identifican más las nuevas generaciones? En la medida en que la organización encuentre tales respuestas se parecerá más a los jóvenes de estos tiempos.

(Tomado de ACN ^[3])