La victoria estremeció a Cuba. Nadie pudo quedar indiferente a la corona conquistada por Vegueros de Pinar del Río en la Serie del Caribe, desarrollada en San Juan, Puerto Rico. Después de varias décadas, la Isla conquistó la cima en esa lid, en la que no muchos la daban como favorita.

Han nacido generaciones nuevas que quizá no conozcan la grandeza extraordinaria de Orlando Cardoso Villavicencio, un joven que resistió, como prisionero de guerra, 10 años, siete meses y un día bajo el régimen duro y hostil de una cárcel en Somalia. Por ello la Mesa Redonda de este viernes sostuvo un encendido dialogó con él, no solo para repasar la grandeza de su historia, sino para recordarnos el peso de la entrega de los hijos de esta tierra.

La Serie del Caribe concita la atención de los seguidores del deporte, en especial del béisbol, por ello la Mesa Redonda del 5 de febrero centró su atención en este evento, cuando la selección nacional finalizó su actuación en la etapa clasificatoria con una sola victoria y tres derrotas. Sobre los resultados, lo más destacado, las fallas, la presión y las individualidades de los peloteros, hicieron varias lecturas los panelistas invitados a este espacio.

Quien tome una fotografía a la tendencia de la estructura demográfica cubana advertirá dos notables comportamientos: el creciente envejecimiento poblacional y la curva en picada de la tasa de fecundidad. ¿Las causas? Las políticas sociales largas y consistentes que ha desplegado el país. ¿Las consecuencias? Habrá menos poblaciones en edades laborales activas; crecerá, en cambio, la población de los viejos más viejos y morirán más personas de las que nacen. Por ello, desde el presente, deben configurarse nuevos modelos de convivencia social.

El 18, 7 por ciento de la población cubana peina canas. La tendencia apunta a que, en 2030, la cifra sea del 30 por ciento. Esta compleja dinámica demográfica responde a un comportamiento de país desarrollado y tiene sus causas en las políticas de bienestar social que impulsó la Revolución, sin embargo, impone no pocos desafíos para el trazado y proyección de nuevas políticas.

Los acontecimientos del 17 de diciembre de 2014 fueron una demostración de la reivindicación de América Latina y el Caribe. Estados Unidos no hubiera reconocido el fracaso de la política aplicada a Cuba por más de medio siglo, ni hubiera llegado al acuerdo, en condición de iguales, para el restablecimiento de las relaciones, si el contexto político de la región no tuviera las coordenadas actuales, las mismas que definieron la gestación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.