“Memorias del subdesarrollo”, “Las aventuras de Juan Quin Quin” y “Lucía”, tres clásicos insuperables del cine cubano, están cumpliendo medio siglo este 2018. De la significación de estas películas para sus vidas profesionales y para la cultura nacional, hablan protagonistas y creadores relacionados con las tres obras del ICAIC en la Mesa Redonda de este viernes.
A pocos días de empezada la primavera de 1986 escribía Fernando Birri: Rodeados por el azul turquesa del Caribe azul turquesa, bajo la luna creciente, náufragos de la utopía, salvados de un mundo de injusticia imperial y de demencia atómica, la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano decide dar vida a la Escuela Internacional de Cine y Televisión en San Antonio de los Baños, Cuba. Sobre-nombrada escuela de tres mundos: América Latina y el Caribe, África y Asia.
Fundadores, directivos y egresados de la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños comparten sus vivencias este martes en la Mesa Redonda, en ocasión del aniversario 30 de la fundación de esta reconocida institución académica y cultural.
Este sábado fue uno muy especial, en el que la Mesa Redonda, atenta a todo lo que testimonie la narrativa de la Revolución, propició el encuentro de los televidentes con el documental Cerro Pelado y uno de los noticieros emblemáticos del más importante documentalista cubano y latinoamericano, Santiago Álvarez.
El cineasta Miguel Torres presentará dos cortos documentales de su autoría en el espacio que la Mesa Redonda dedica a los audiovisuales de interés periodístico, este sábado a las 7 pm por el Canal Educativo 2. Se trata del estreno de “Osvaldo Salas, el ojo que no cesa” de 13 minutos y “Portocarrero, René”, de 25 minutos, ambos producidos por la UNEAC, en un acercamiento sensible y documentado a las obras de dos artistas cubanos de la plástica que en sus respectivas disciplinas alcanzaron reconocimiento universal.
Diciembre es el mes del cine Latinoamericano. Por ello, el 36 Festival de La Habana ya sonó las claquetas para los espectadores, y marcó el comienzo de esa gran carrera no solo por el Coral, sino por mantener la fuerza galopante de un evento que visibilizó lo mejor de la cinematografía de la región en estas últimas cuatro décadas de realización audiovisual.