José Martí aspiraba a que el mundo fuese el templo hermoso en que reinara la paz, pero no es así y sobre esa dicotomía de la guerra y la paz, hablaron cuatro de los más destacados pensadores de Nuestra América, los Premios José Martí de la Unesco Pablo González Casanova, Atilio Borón y Frei Betto, y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.

Están en La Habana, Cuba, porque en conferencias magistrales contribuyeron a un debate colectivo de ideas en la Tercera Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo, que sesionó del 28 al 30 de enero, coincidiendo con los 160 años del natalicio del Héroe Nacional cubano José Martí, el hombre que vio no solo el camino para Cuba en aquel siglo XIX, sino que avizoró con tal inteligencia y ética que su decir y hacer tiene total vigencia para la América Nuestra en este siglo XXI.

Con el saludo especial dado por los niños de La Colmenita a cada uno de los 44 países presentes en la III Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo, lo que emocionó a muchos en la sala plenaria del Palacio de Convenciones de La Habana, comenzó la sesión inaugural de este encuentro que reúne a más de 800 delegados venidos desde todas las latitudes para honrar los 160 años del Maestro José Martí, y dar vuelo a su vigente pensamiento ético.

Héctor Hernández Pardo, subdirector general de la Oficina del Programa Martiano, abrió con sus palabras un evento integrador y unitario que busca en la virtud ética del cubano universal las lecciones vigentes para construir una América Nuestra, independiente, incluyente, antiimperialista e insertada en las luchas de todos los pueblos del mundo.

Cuba, una vez más, es noticia por estos días. Pero la mayoría de esas noticias reflejan una realidad no cierta, sino construida por las grandes trasnacionales de la información en torno a la campaña mediática de turno. “El problema es justamente que nosotros vivimos en un mundo que se considera democrático y afirma que todos tienen derecho a la libertad de expresión —asevera el teólogo brasileño Frei Betto en entrevista con La Jiribilla.

“El Occidente civilizado y cristiano” durante siglos saqueó a Haití y luego trató a ese país como si fuera “un negro inerte expuesto en una vitrina”, señaló Betto. ”Haití fue invadido por Francia en 1869, por España en 1871, por Inglaterra en 1877, por Estados Unidos en 1914 y en 1915, permaneciendo hasta 1934. Estados Unidos invadió otra vez en 1969″, recordó Betto.