El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este lunes la construcción de una hidroeléctrica en Haití, para aliviar los fuertes problemas energéticos por los que atraviesa este país caribeño desde el terremoto de 7,3 del pasado 12 de enero.
Las primeras lluvias hacen más visibles los peligros que se ciernen sobre los damnificados por el terremoto, una suerte de advertencia tomada en cuenta por la ONU, que la víspera pidió a la comunidad internacional 1 400 millones de dólares para continuar asistiendo a las víctimas, cantidad que se suma a la primera solicitud, ascendente a 540 millones.
Entre las numerosas naciones donantes que ayudan a Haití, Cuba y sus equipos médicos han jugado un papel importante en la atención de las víctimas del terremoto.
No espere ver a Rubén Blades junto a otras estrellas de la música interpretando la versión en español de We Are The World. Aunque reconoce la buena intención de sus colegas, el cantautor y ex ministro de Panamá considera que el devastado pueblo de Haití necesita más acción y menos canciones.
La misión médica cubana en Haití fortalece el dispositivo de salud en zonas del interior del país para atender a sus pobladores y a muchos desplazados a causa del terremoto, reportó PL.
Según el coordinador de la Brigada Médica de la Isla, Carlos Alberto García, este jueves comenzaba el traslado de los medios técnicos y del personal que laborará en dos instalaciones sanitarias que serán reforzadas, porque no cuentan con el equipamiento y las condiciones adecuadas. En ambos centros, ubicados en Corail y Port Salud, ya se halla una avanzada de colaboradores cubanos que revisan las edificaciones, para revitalizarlas como hospitales comunitarios.
El terremoto de Haití ha sido el desastre más devastador ocurrido en la era moderna, según un informe divulgado este martes por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Este organismo ha calculado el coste de la reconstrucción, situándolo entre 8.100 y 14.000 millones de dólares. Las conclusiones del informe tienen su base en el número de muertos (217.000 confirmados de manera oficial), la población (alrededor de 8 millones de personas) y el PIB (el más bajo de América Latina: no llegaba a los 7.000 millones de dólares en 2008).