Una nueva ola de violencia sacudió este miércoles a Paquistán, en una situación que se repite desde hace meses, sobre todo desde que comenzaron a ingresar a la nación tropas estadounidenses para combatir a fuerzas rebeldes, calificadas por la Casa Blanca como terroristas. En el noroeste paquistaní, al menos cuatro niños murieron, y otras tres personas resultaron heridas luego del estallido de un artefacto explosivo en una aldea.
El Comité Internacional por la Libertad de los cinco cubanos presos injustamente en Estados Unidos solicitó hoy al presidente Barack Obama el uso de las facultades que le confiere la Constitución del país para poner fin a esa injusticia. En su apelación el Comité insta a enviar mensajes de fax, correo electrónico, llamadas por teléfono o telegramas para demandar al mandatario que libere a los cinco Patriotas Cubanos presos en Estados Unidos por enfrentar el terrorismo contra su país.
La periodista Ann Louise Bardach ratificó las acusaciones contra el terrorista internacional Luis Posada Carriles, quien admitió en una entrevista ser el autor intelectual de los ataques con bombas en La Habana, en 1997. En declaraciones telefónicas a Prensa Latina, el abogado José Pertierra, representante de Venezuela en la demanda de extradición de Posada Carriles, destacó que Bardach, del diario The New York Times, testificó por cuarto día en el juicio contra el criminal que se desarrolla en El Paso, Texas.
El Departamento de Justicia sostuvo en el interrogatorio a De Rojas que Posada Carriles utilizó ese dinero para financiar la campaña terrorista con bombas contra Cuba. Una de las bombas mató al turista italiano Fabio Di Celmo el 4 de septiembre de 1997 en el Hotel Copacabana en La Habana.
En esta ocasión les presentamos la entrevista exclusiva con el protagonista directo de una historia que revela como siempre fue una tradición de la Revolución Cubana el alertar y entregar información a las autoridades norteamericanas para evitar actos terroristas.
El ex presidente norteamericano George W. Bush y sus colaboradores sabían que muchos presos de Guantánamo eran inocentes pero temían que su eventual liberación fuera perjudicial para la “guerra contra el terrorismo”, según un documento publicado este viernes por el diario The Times.