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Artículos etiquetados con: Yate Granma

Trasladarán a Cuba cenizas de Gino Doné, expedicionario italiano del Granma

Una delegación de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba (Anaic) trasladará a la mayor de las Antillas las cenizas del único expedicionario del Granma europeo, Gino Doné, para cumplir su voluntad de que sus restos descansen en la isla. Las cenizas del luchador italiano serán depositadas en el Panteón de Combatientes de la Revolución Cubana del cementerio de Colón.

Retransmitirán la Mesa Redonda: “La Patria es…. El Yate Granma”

En un yate con capacidad para 8 tripulantes, 82 cubanos liderados por Fidel entraron a Cuba el 2 de diciembre de 1956 decididos a ser “libres o mártires”, de esta historia hablaron hace un año en la Mesa Redonda, El Cuate, su dueño original; el director del Museo de la Revolución donde se guarda la reliquia y un fotógrafo testigo del tránsito de la nave por la historia de Cuba.  

Retransmitirán hoy, Mesa Redonda “La Patria es el Yate Granma”

En un yate con capacidad para 8 tripulantes, 82 cubanos liderados por Fidel entraron a Cuba el 2 de diciembre de 1956 decididos a ser “libres o mártires”, de esta historia hablaron en la Mesa Redonda, El Cuate, su dueño original; el director del Museo de la Revolución donde se guarda la reliquia y un fotógrafo testigo del tránsito de la nave por la historia de Cuba.

El Yate Granma y la gesta libertaria de la Revolución (+ Video)

Por un remoto paraje del sur oriental entró a Cuba la libertad el dos de diciembre de 1956, pasadas las 6:30 a.m. A unos 30 metros de la orilla encalla por falta de combustible el Yate Granma, sus 82 expedicionarios se lanzan a tierra y encuentran un pantano, deben atravesar más de un kilómetro de aguas pantanosas y espeso mangle para llegar a tierra firme. A unos dos kilómetros de aquella playa nació el Ejército Rebelde. Venían a cumplir la promesa de Fidel: “Seremos libres o mártires”.

Los otros desembarcos de Fidel

Su historia está repleta de regeneraciones y coincidencias. Es como si el ala del tiempo le hubiese echado aires cíclicamente a su ruta. Un 25 de noviembre, desde México, se hizo a la mar al frente de aquella arriesgada expedición en «una cáscara de nuez» y en esa misma fecha, 60 años después, partió a la sobrevida, mientras un oleaje de pueblo se estremecía por él y con él.

El Granma salió, llegó y entró: Fidel hizo la guerra y la ganó

El desembarco. Ese momento exacto en que se agota una ruta, un medio de transporte, y cambia bajo los pies el agua por la tierra –lento, muy poco a poco, de una forma pesada, como una prueba de fe, de resistencia–, fue de todo el recomienzo de la gesta por la libertad de Cuba, la más grande premonición.