Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda ^[1]

Fotos de Roberto Garaicoa

El sector de la construcción se libera paulatinamente del peso tremendo de los últimos años del siglo XX, en los que la caída del campo socialista puso a esta Isla en el límite de sus posibilidades económicas. El ingeniero Ramón Sergio Medina, director de Balance Constructivo del ramo, explicó en la Mesa Redonda de este miércoles que a partir del año 2000 comenzaron a recuperarse estas capacidades, y que una década después se comenzó a medir el cálculo de estas en los organismos y organizaciones nacionales, pero a partir del 2009 fue que se comenzaron a duplicar.

Por provincias se destacan en este incremento La Habana, Matanzas, Holguín, Villa Clara, Ciego de Ávila y Santiago de Cuba, sobre todo en áreas asociadas a la construcción de viviendas y al sector del Turismo.

Actualmente el país cuenta con 1 334 entidades constructoras agrupadas en 45 organismos y organizaciones nacionales, de las cuales 13 aportan el 90 por ciento del total de las capacidades. El directivo especificó que con el surgimiento de los cuentapropistas en oficios de la construcción y las cooperativas de construcción se pronostica se incrementen en los próximos años estas capacidades constructivas.

En su opinión, aún el cálculo de las capacidades no se hace como debería hacerse. “No obstante, se ha trabajado de conjunto con el Ministerio de Economía y Planificación en el balance de estas capacidades, para dar respuesta a las demandas del resto de los organismos. En 2010 y 2011 no se pudo dar respuesta a las demandas, pero ya en el 2012 y 2013 esto ha tenido un mejor comportamiento, como consecuencia también de una mejor identificación para asegurar el cumplimiento de los planes de mantenimiento constructivo y de inversión”. En el 2012, añadió, las fuerzas del Ministerio de la Construcción lograron entregar 66 obras terminadas.

Lesbia Vázquez del Pino, viceministra del Micons, se refirió a que en los últimos años ha existido en las fuerzas de este Ministerio un incremento en los indicadores de productividad del trabajo, como un aumento del salario medio porque el 98 por ciento está acogido a los diferentes sistemas de pago, y el 64 por ciento a sistemas de pago por destajo, lo que ha traído como consecuencia una mejor remuneración del trabajo, que en julio de este año promedió 1 278 pesos mensual por trabajador.

En estos momentos el Micons emplea a 100 238 trabajadores, de los cuales el 60 por ciento son operarios, el 20 por ciento técnicos, un 6 por ciento son cuadros y un 14 por ciento están en las secciones administrativas y de servicios. Alrededor de 30 000 son operarios de oficios de la construcción, dígase albañiles, carpinteros, plomeros, electricistas, mecánicos montadores, soldadores, entre otros y unos 25 000 son operarios de la actividad industrial: producción de materiales, hormigón hidráulico y asfaltico y prefabricado.

Pero persisten dificultades con el personal como la alta fluctuación de la fuerza laboral, que oscila en un 42 por ciento y de ellos, explicó, un 20 por ciento es dentro del propio sistema y el resto sí se van del sector de la construcción. “Anualmente, ejemplificó, hay que sustituir unos 20 000 operarios. Lo que es un serio problema porque los que vienen entonces detrás están menos preparados”.

Se han tomado por el organismo, precisó, una serie de medidas para palear esta situación. Se ha potenciado la capacitación en las 21 escuelas que tiene el sistema, donde anualmente se preparan unos 7 000 operarios y se ha enfatizado en la preparación de los especialistas y ejecutores de obra. Se ha trabajado igualmente con el Ministerio de Educación para suplir la demanda de obreros calificados, mejorando la proporción entre obreros calificados y técnicos medios, ya que antiguamente había mayor número de técnicos medios que operarios, y hoy se preparan en la base a partir de la relación de cinco operarios y un técnico.

Otra de las alternativas ha sido la incorporación de los sancionados con privación de libertad, quienes han estado laborando en nuestro sector con la propia preparación que reciben en el sistema penitenciario.

Se ha utilizado también como experiencia la fuerza del servicio militar, con alrededor de 300 jóvenes en las provincias de Cienfuegos, Sancti Spíritus y Varadero, en Matanzas, lo que se ha logrado con la conciliación debida con las regiones militares. A mismo tiempo se han movido fuerzas de un territorio a otro, buscando soluciones en las provincias con mayor demanda constructiva.

Paralelamente se trabaja en función de que nuestras empresas entren en el perfeccionamiento empresarial, lo que también mejora los ingresos de los trabajadores del Micons.

Francisco Díaz Hernández, viceministro del Micons, subrayó la complejidad que tiene la construcción de obras, donde se integran diversos factores: el hombre, el equipamiento, y se refirió a los sistemas constructivos que se han ido direccionando en el programa de la vivienda.

Mencionó el tradicional, donde los elementos se funden en el lugar de la obra, como el edificio FOCSA, una técnica muy utilizada en los años 50; los sistemas prefabricados, con tecnología Sandino, con la cual cuentan todas las provincias del país; la gran panel, que solo no se cuenta en cuatro provincias. También se emplean los sistemas mixtos. Todas estas técnicas se hacen buscando una reducción en el tiempo de ejecución de las obras.

En la Mesa Redonda se explicó que otro de los aspectos que afecta significativamente es todo lo relacionado con la organización del trabajo y la utilización del tiempo. Se conoce de la complejidad del proceso de la construcción, por su requerimiento de hacer coincidir en un mismo momento diversos recursos: trabajadores de calificaciones específicas, equipos de construcción y de transporte y una amplia gama de materiales, lo cual requiere de un preciso sistema de dirección, donde intervienen la planificación, la organización, el mando y el control, aspectos estos que no siempre funcionan integralmente, donde inciden problemas de carácter objetivos y una gran parte subjetivos.

Normando Herrera Hernández, viceministro del Micons, argumentó que el principal reto que tiene el organismo es lograr aumentar la calidad en la ejecución de las obras y la producción de materiales de la construcción, dos aspectos imprescindibles que hoy se ven afectados por varios problemas: la falta de exigencia y control en los diversos niveles de dirección, obsolescencia tecnológica, y la falta de oficio, que es grave, sobre todo en el personal calificado, especialista y ejecutores de obra que migran hacia otras áreas en un por ciento considerable. En cuanto a la obsolescencia tecnológica dijo que se han tomado medidas como la inversión en los molinos, para ir ganando en calidad desde las primeras materias primas.

La mesa redonda de este miércoles dedicó su emisión al sector de la construcción Cuba.

Ramón Sergio Medina, director de Balance Constructivo del ramo, explicó que a partir del año 2000 comenzaron a recuperarse estas capacidades.

Francisco Díaz Hernández, viceministro del Micons, subrayó la complejidad que tiene la construcción de obras.

Lesbia Vázquez del Pino, viceministra del Micons, se refirió a que en los últimos años ha existido en las fuerzas de este Ministerio un incremento en los indicadores de productividad del trabajo.

Normando Herrera Hernández, viceministro del Micons, argumentó que el principal reto que tiene el organismo es lograr aumentar la calidad en la ejecución de las obras y la producción de materiales de la construcción.