Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda ^[1]

Fotos de Roberto Garaicoa

Hechos recientes de fraude académico en el sistema de educación cubano reabrieron el debate en torno a este polisémico asunto. ¿Es el fraude académico el único y más peligroso timo que se comete? ¿Qué causas lo propician? ¿Cuán permisiva es nuestra sociedad con tal acto de deshonestidad y pérdida de valores? Esta y otras interrogantes fueron analizadas este viernes en la Mesa Redonda por Lesbia Cánovas, presidenta de la Asociación de Pedagogos en Cuba; Yailin Orta, subdirectora del periódico Juventud Rebelde y Alina Perera, periodista de este diario.

Yailin Orta hizo énfasis en que el hecho alcanzó relieve público por sus proporciones, y por sus implicaciones morales y legales. Además, dijo, la masificación en un medio de comunicación tiene esencias aleccionadoras y pone a la sociedad toda frente a la revisión y vigilancia permanente del sistema de valores que ha fundado. “Estamos hablando de un problema que menoscaba el patrimonio intangible de nuestra nación, y nadie debe quedar al margen de un hecho de esta naturaleza”.

La periodista Alina Perera sumó que el fraude es un engaño que se realiza eludiendo obligaciones legales o usurpando derechos con el fin de obtener un beneficio. Recordó que los sinónimos de fraude son tángana, escándalo, evasión, latrocinio.

Por su parte, la pedagoga Lesbia Cánovas explicó que estamos en medio de un contexto en el que el propio Presidente Raúl nos ha exhortado a combatir todo lo que lacere a nuestro país, y un hecho vergonzoso como este no podía solaparse u ocultarse, porque además estamos hablando de un suceso en el que se encadenaron varias violaciones como el de la venta de exámenes.

La Doctora Lesbia Cánovas catalogó a esta mentira masiva como la punta del iceberg en que el que también se incluyen el voluntarismo, el paternalismo, el facilismo y la corrupción. A lo que Alina Perera añadió que la responsabilidad mayor es del hogar, donde se empieza a enseñar valores, y los padres que permiten el fraude, lejos de ayudar a sus hijos, les hacen un daño tremendo, pues el resultado final es engañarse a sí mismo.

En este espacio se conoció igualmente que a los culpables de este delito, que daña la moral de la sociedad, se les inició un proceso investigativo y serán llevados a los tribunales. En el Código Penal, se confirmó, revelar contenido de exámenes con ánimo de lucro es sancionado hasta con un año de privación de libertad, o multas, o ambas sanciones.

La destacada actriz y maestra de generaciones de actores Corina Mestre precisó que hay diversos tipos de comportamientos en los estudiantes: está el que sabe que tiene talento y no se emplea a fondo y el de menos nivel que es muy sistemático. “El que se cree que sabe sin estudiar, en algún momento va a sufrir un golpe. Mientras el que se ha creado una rutina, un horario para aprender, ese va a alcanzar más logros, porque el otro se confía.

“No se puede olvidar que en la casa es donde se educa, y la escuela es un complemento de esa educación, porque sobre todo se instruye. Es en el hogar donde se forma en valores, hábitos, costumbres…Y en la escuela es importante no olvidar los límites, porque un profesor no se puede parecer a sus alumnos, y menos salir con ellos, porque se estarían transgrediendo las barreras pedagógicas”.

En opinión de Corina Mestre, donde hay maestros no hacen falta programas. Estamos conscientes de que estamos pasando momentos difíciles, porque los maestros no pueden ocupar un nivel inferior en la escala social.

La actriz compartió que los jóvenes son el resultado de sus maestros y de sus familias, y que existen familias disfuncionales, no porque sean matrimonios divorciados, sino porque la falta de realización de los padres se las transmite con sus frustraciones a sus hijos.

La periodista Yailin Orta insistió, siguiendo una de las líneas de pensamiento de Corina Mestre, en la falta del sentido del límite. En su criterio, este problema también se generó porque los involucrados corrieron el límite de lo posible creyendo que iban a quedar impunes, y ese sentimiento de impunidad tiene que encontrar siempre un cerco en el sistema de regulaciones sociales. “La sociedad es un sistema compuesto por muchos subsistemas, y de su dinámica armoniosa depende el equilibrio, por ello fue muy importante que la prensa se hiciera sentir como parte de ese marco regulatorio del cual forma parte”.

También aludió, en la búsqueda de las raíces de este fenómeno, a que la educación era un proceso de muchas concertaciones, por ello cada quien debía ejercer su rol en el modelaje de la conducta de un individuo. “En esas primeras edades hay hasta que entender que el grupo piensa que la solidaridad pasa por la ayuda en un examen y si no te comportas así puedes llegar a ser rechazado, y esto es algo que no se puede pasar por alto en la formación y en la influencia sobre el comportamiento y desarrollo sociopsicológico de los niños”.

La Doctora Lesbia Cánovas expresó que el maestro tenía una responsabilidad muy grande en todo el proceso docente-educativo, y que si se concentra bien en lo que hace puede evitar desaguisados. “No por gusto el Comandante Fidel insistió en el aula con 20 alumnos, para que el maestro pudiera dar un tratamiento individualizado a sus alumnos, porque no hay seres humanos homogéneos, y de igual forma tampoco puede haber un proceso de enseñanza homogéneo”.

La experta consideró que el enriquecimiento espiritual de los alumnos pasaba por los diversos métodos de la actividad creativa que se aplicaban. “El problema no está en que los alumnos traigan datos sacados de Internet, sino de la conducción de ese proceso de aprendizaje con esos datos, para lo cual hay que estar preparados”.

La periodista Alina Perera valoró que el aprendizaje no se puede tarifar y que el conocimiento no se trasmite por ósmosis. “Hay conceptos fundamentales que hay que sembrar en los más nuevos: no robarás, no mentirás, no desearás a la mujer del prójimo…Y en ese proceso de enseñanza la familia no puede quedar relegada a la vera del camino, como tampoco puede suplantar el rol creativo de la escuela, donde el niño desarrolla su capacidad de hilación, su dominio del lenguaje…”

Tampoco, dijo, se puede tiranizar al estudiante, debe haber una relación flexible frente al examen y ser dedicado y amoroso con él. A lo que la especialita Lesbia Cánovas aportó: el examen es el medio y no el fin, por ello los padres no pueden seguir con la obsesión de la nota, y la escuela tiene la responsabilidad de demostrarle las potencialidades reales que tienen sus hijos.

En el análisis, Alina Perera comentó que hay que apartar el facilismo, para que no aflore el engaño. “Tenemos que desterrar el voluntarismo, el paternalismo… porque yo no quiero una sociedad de mentirosos, de incapaces”.

La Doctora Lesbia expresó que el clima de nuestras escuelas era muy importante para pensar el desarrollo. Lo que Yailin Orta complementó con la mirada de que en los más de 10 000 centros educativos que existían en el país había que interpretar el asunto en todas sus estructuras, y engranar todo de forma tal que conductas como esta no encontraran abono.

“Hay que evitar, subrayó, las ramificaciones, expresiones y consecuencias que tiene el fraude en otras dimensiones de la vida cotidiana. Creo que todos coincidimos en que este no puede ser uno de los rasgos de nuestra nación, que tiene como Ley primera la dignidad plena del hombre”.

La Mesa Redonda de este viernes abordó el fraude académico en el sistema de educación cubano.

Yailin Orta, subdirectora del periódico Juventud Rebelde expresó “La sociedad es un sistema compuesto por muchos subsistemas, y de su dinámica armoniosa depende el equilibrio, por ello fue muy importante que la prensa se hiciera sentir como parte de ese marco regulatorio del cual forma parte”.

Adán Iglesias Toledo y Humberto Lázaro Miranda, caricaturistas de Juventud Rebelde pintaron durante la Mesa Redonda.

La periodista Alina Perera sumó que el fraude es un engaño que se realiza eludiendo obligaciones legales o usurpando derechos con el fin de obtener un beneficio.

La Doctora Lesbia Cánovas expresó que el maestro tenía una responsabilidad muy grande en todo el proceso docente-educativo.