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Zafra 2013-2014: respuestas a interrogantes recurrentes

Publicado el 15 noviembre 2013 en Mesa Redonda

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda [1]

Fotos de Roberto Garaicoa

Volvieron, en esta emisión de la Mesa Redonda, a ser los lectores quienes establecieran el guión del programa, a partir de las interrogantes que hicieron llegar por diversos canales a los principales directivos del grupo empresarial Azcuba, quienes tuvieron la responsabilidad de ahondar en el pasado, presente y futuro del tan crucial sector que representan.

Orlando Celso Ramírez, presidente de Azcuba; José Carlos Santos, vicepresidente primero de Azcuba y Noel Casaña, vicepresidente de Azcuba, tuvieron a su cargo las respuestas que ponemos a su consideración.

REORDENAMIENTO

El reordenamiento de los centrales no fue un proceso nuevo. Cuando se aborda el desarrollo histórico del sector comprobamos que a principios del siglo XIX había más de 1 300 ingenios, y un siglo después quedaban solo 180, los que a la altura de 1959 eran 160, con los que se producían unas 5 millones de toneladas, y con diez centrales menos, la Revolución llegó a producir cerca de 8 millones.

Al inicio del Periodo Especial este país vivía de la industria azucarera y del níquel, pero esos ingresos fueron al resto de la economía del país y nos fuimos descapitalizando. Del 95 al 2000 se redujeron al 50 por ciento las producciones y la inversión fue casi imperceptible, lo que dio al traste con la paralización de muchos ingenios. Del 2000 al 2002, casi 50 ingenios se detuvieron, y unos 25 estaban prácticamente descontinuados. El colofón de todo fueron los precios: en 2002 se redujo estrepitosamente a 5 centavos la tonelada, lo que estaba muy por debajo del costo de producción. La situación era insostenible. Esos precios tan bajos, y esa descapitalización acumulada, era una gran realidad, a la que se suma que se gastaba medio millón de toneladas de dólares en petróleo. En nuestros gastos corrientes se superaban los 500 millones de dólares. En nuestra zafra se empleaban más de 100 mil macheteros, alrededor del 50 por ciento de las locomotoras eran de vapor (unos 47 centrales movían sus máquinas con máquinas de vapor), habían 5 centrales que eran totalmente de madera y 7 no tenían turbogeneradores.

Se buscó entonces la eficiencia y el reordenamiento contempló a los mejores suelos, los mejores centrales… y con los que se paralizaron se fue capitalizando al resto, lo que nos permitió “vivir” hasta el 2010.

NUEVAS ESTRATEGIAS

En el 2009 subieron los precios, y el país tomó la decisión de cambiar el destino de la industria, y por ello se determinó duplicar el precio de la caña para estimular a los cañeros, se renegoció la deuda, se autorizó un esquema cerrado de exportación que permite mantener más al sector, se reordenaron un grupo de unidades productivas, y en el 2011 se constituyó el grupo empresarial.

A partir del 2010 hemos crecido alrededor de un 15 por ciento y hemos invertido un 15 por ciento del valor en nuestras producciones.

Nuestras potencialidades son inmensas. Nos comprometimos a 4 millones de toneladas. Un ingenio de los nuevos puede producir 12 mil toneladas de azúcar, lo que hay es que ampliar las capacidades que tienen. No podemos volver a las áreas infértiles ni a las manuales, ni podemos seguir degradando los suelos. Tenemos grandes condiciones a partir de los puertos, los canales, las presas, los almacenes y los caminos que creó la Revolución, para que el sector siga expandiéndose.

En los últimos tres años se han entregando más recursos y se ha logrado un crecimiento. Se cumplió el plan previsto en 2012 y 2013, pero aún es insuficiente porque estamos logrando solo el 59 por ciento de las posibilidades que tenemos instaladas.

La siembra de caña es uno de los principales problemas que tenemos que impactan en este incumplimiento. En función de esto se han realizado inversiones relacionadas con el riego y los tractores, y para el 2014 tendremos mejores condiciones. Se han creado programas para modernizar la maquinaria, tenemos unos 10 mil tractores que se han ido renovando.

Sobre la preparación de suelos, con las inversiones debemos cubrir el 80 por ciento con nueva tecnología. Otro elemento es la limpia, y hoy tenemos productos muy eficientes para el control integral de la maleza. Alrededor del 40 por ciento de la cosecha cuenta con nueva tecnología y nos queda pendiente el equipamiento para el cultivo, que en 2015 se introducirá para lograr una mayor eficiencia.

La recuperación del riego también ha estado entre las perspectivas, de forma tal que se creen todas las condiciones (2012 se realizaron 46 millones de dólares en riego y en mecanización) para una mejor zafra. Para que se tenga una idea de los avances, del 99 al 2010 no se invirtió lo que se ha invertido en uno de los últimos 3 años.

La calidad de las semillas también es necesaria: en los últimos 4 años priorizamos garantizar el agua en los bancos de semilla y prevemos que el 60 por ciento de las áreas se siembren con semillas certificadas y que esas áreas estén bajo riego en 2014.

El programa de desarrollo incluye desde la obtención de variedades hasta el almacenaje, se incluye toda la cadena productiva.

Sobre el crecimiento del área, hay que decir que existen áreas y hombres para producir caña. Con el programa de acercamiento vamos a crecer en 200 mil hectáreas.

De los 56 centrales que están activos, solo 49 molerán en esta contienda, por eso es que hay que seguir dedicando esfuerzos a la recuperación paulatina del sector.

Los rendimientos industriales están bajos por las bajas molidas. También los centrales que se rompen influyen en el deterioro de la caña, al tiempo que hay que seguir trabajando en la disciplina productiva.

En la cosecha también influye el tema de las materias extrañas, las cuales influyen en el rendimiento, como la frescura de la caña lo favorece. Las variedades, los suelos… influyen en los rendimientos.

CRECIMIENTO

Para crecer hay que capitalizar el sector, para ello trabajamos los créditos gubernamentales y los de a mediano plazo a partir de compromisos de azúcar. Se prevé en el Ciro Redondo hacer inversiones con capital extranjero, se piensan tener administraciones conjuntas, y hay toda una cartera para nuevas inversiones mixtas. Nuestro sector se desarrollará en la misma medida en que hagamos inversiones.

Los salarios dependerán de los resultados. Se ha logrado que de 500 pesos aumente a 800 el salario medio. Para lograr esto también se ha racionalizado la fuerza de trabajadores.

Orlando Celso Ramírez, presidente de Azcuba; José Carlos Santos, vicepresidente primero de Azcuba y Noel Casaña, vicepresidente de Azcuba, tuvieron a su cargo las respuestas que ponemos a su consideración

Cuando se aborda el desarrollo histórico del sector comprobamos que a principios del siglo XIX había más de 1 300 ingenios, y un siglo después quedaban solo 180, los que a la altura de 1959 eran 160, con los que se producían unas 5 millones de toneladas

Al inicio del Periodo Especial este país vivía de la industria azucarera y del níquel, pero esos ingresos fueron al resto de la economía del país y nos fuimos descapitalizando

Nos comprometimos a 4 millones de toneladas. Un ingenio de los nuevos puede producir 12 mil toneladas de azúcar, lo que hay es que ampliar las capacidades que tienen

Para crecer hay que capitalizar el sector, para ello trabajamos los créditos gubernamentales y los de a mediano plazo a partir de compromisos de azúcar


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