Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda ^[1]

Fotos de Roberto Garaicoa

El país se propone, con énfasis, lograr un ordenamiento y disciplina territorial coherente con la planificación de cada obra sobre el terreno. Este empeño ha debido retomarse, después de que los duros años de período especial nos hayan puesto frente a lo contingente, por ello esta labor ha incluido resarcir no pocas malas prácticas que en este orden se habían concretado.

Aunque es una dinámica que transversaliza a todos los sujetos de la vida económica del país, la mayor conducción recae sobre Planificación Física, quien debe velar porque cada obra responda a los parámetros concebidos y establecidos.

Serapio Guerra, vicepresidente de esta dirección, explicó que este órgano, subordinado al Consejo de Ministros, es el responsable de la ejecución de esta actividad en el país, y que es una estructura que tiene sus antecedentes desde los años fundacionales de la Revolución, pero que se ha ido reajustando a partir de la propia dialéctica de nuestro proceso.

«Dirigir la aplicación de las políticas vinculadas con el uso del espacio territorial, la localización de las inversiones, el diseño urbano y el paisajismo rural o urbano, más el inventario en mapas de los inmuebles del Estado, y ofrecer al Consejo de Ministros los esquemas y planes del ordenamiento territorial, son algunas de las funciones que tenemos bajo nuestra responsabilidad», añadió.

El Vicepresidente precisó que estratégicamente prevéen elevar la jerarquía, la profundidad y la calidad del plan de ordenamiento y la integración de estos con las proyecciones de la economía, teniendo en cuenta los riesgos de los fenómenos naturales, a lo que se une rescatar la indisciplina territorial y urbana.

Sobre esto último, entendió pertinente destacar que rescatar el ordenamiento implica contar con el pueblo y explicarle las medidas, no es un proceso que se pueda hacer de golpe y porrazo, sino que tiene que hacerse con la suma de todos.

La Doctora Anelis Marichal, directora de Ordenamiento Territorial del Instituto de Planificación Física, puntualizó que el ordenamiento territorial tiene condicionamientos sociales, y que se corresponde con el espacio, y es la expresión física de las diversas políticas sobre el terreno y la disponibilidad de la infraestructura (viales, comunicaciones…). «Todo esto implica que no pongamos en riesgo el medio ambiente».

La experta llamó la atención sobre el hecho de que este órgano concibe esquemas de ordenamiento y planes generales que se corresponden a diversos escenarios de tiempo. «Nosotros pensamos el porvenir y proyectamos más allá de la cotidianidad».

Sobre el alcance de los esquemas, precisó que se piensan con un estimado que ronda sobre los 15 y 20 años, mientras los planes son más a mediano plazo —unos 5 años—, al tiempo que realizan estudios más inmediatos.

«No es un trabajo que hacemos solos, sino que se crean equipos de trabajo y luego todo se somete a la aprobación de los gobiernos. Una de nuestras principales misiones es contribuir a erradicar la espontaneidad de los procesos inversionistas».

En su intervención, Anelis Marichal consideró importante aclarar que hay diseños urbanos diversos, por eso las regulaciones difieren unas de otras, porque dependen de las características de los lugares en las que se enmarcan. «No son iguales las características de un objeto de obra en La Habana Vieja, que en un municipio de otra provincia».

Actualmente, dijo, trabajamos en la actualización de las regulaciones y sobre todo en las formas de expresarlas, porque hemos advertido que hay desconocimiento de estas. No obstante, quien quiera ganar en mayor claridad puede acceder a las mismas en nuestras direcciones municipales de Planificación Física.

«Las regulaciones, puntualizó la directora de Ordenamiento Territorial del Instituto de Planificación Física, también son aprobados por los gobiernos. En ellas se precisa dónde se controla y dónde se materializan las inversiones, a la vez que son las que acompañan los documentos de autorización para cualquier objeto de obra. Hemos podido comprobar que muchos de los problemas que hay se dan por el incumplimiento de los procesos inversionistas. En no pocas ocasiones se contruye sin tener el permiso para ello».

Serapio Guerra, vicepresidente del Instituto Nacional de Planificación Física, se detuvo en las acciones que se han tomado para enfrentar las ilegalidades. «Desde junio de 2011 el Consejo de Ministros orientó el enfrentamiento a las ilegalidades y en mayo de 2012 le dio al Instituto de Planificación Física la autoridad total para regir esta dinámica en el país».

Como parte de los planes integrales de enfrentamiento, se conoció en la Mesa Redonda que cada territorio hizo un levantamiento de todas las ilegalidades que tenía, y elaboró un cronograma de ejecución. Se fijó para eso un presupuesto, una logística.

Y «aunque, al decir de Serapio Guerra, todo no ha salido en este aspecto como habíamos previsto, porque algunas de estas acciones no estaban incluidas en el presupuesto, al cierre de octubre había un avance significativo, lo que refleja que ya hay una acción encaminada.

«Se creó además la Dirección de Inversión Estatal, se han visitado asentamientos ilegales y se han inspeccionado todas las áreas que participan en este proceso. Se ha definido además la responsabilidad de las personas jurídicas en este empeño, y los organismos tienen que tener respuesta para esto. Se trata de rescatar la cultura en el enfretamiento de las ilegalidades, y para ello advertimos que aún nos falta cohesión en esta tarea, porque es multifactorial».

La Mesa Redonda transmitió la emisión dedicada al Orden y Disciplina Territorial y Urbana. Papel de Planificación Física (Primera Parte), con la participación de directivos del Instituto de Planificación Física

Al calor de los planteamientos sobre el tema del presidente cubano, general de Ejército Raúl Castro, el Instituto de Planificación Física acomete un grupo de tareas destinadas a fortalecer su labor en el plano legal y funcional sobre la ejecución de nuevas obras, así como otras ejecutadas de forma arbitraria a lo largo de las últimas dos décadas.

En plano teórico, el ordenamiento territorial y el urbanismo responde a la organización y empleo de la política de económica y social del suelo, de forma de destinar las áreas más productivas a las labores agrícolas y ubicar los asentamientos en correspondencia con la infraestructura que rodea a una comunidad, sin olvidar el cuidado del medio ambiente.

De acuerdo con la doctora Anelis Marichal, en la consolidación del ordenamiento territorial actúan diferentes organismos, en el que se establece las prioridades de cada sector antes de pasar a la micro localización de un obra y de su proceso inversionista.

En esta proyección de orden y disciplina, La Habana ocupa un lugar priorizado en los planes de desarrollo del período 2016-2030, dada la alta concentración poblacional del territorio, en el que habita más de la quinta parte de todos los residentes en Cuba.