Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda ^[1]

Fotos de Roberto Garaicoa

Más de 179 000 estudiantes se forman actualmente en Cuba en la Enseñanza Técnica y Profesional, que tiene como principal rol social la garantía de la fuerza técnica de los organismos de la administración central del Estado. De esta cifra, más de 91 000 pertenecen a las especialidades de obreros calificados.

El ritmo creciente en los últimos cinco años en esta enseñanza ha implicado una transformación en la infraestructura, en la conducción de este proceso docente educativo y hasta en el pensamiento cultural de la familia, que ha prefigurado un poco su modo de asumir esta opción de estudio para sus hijos. Sin embargo, aún falta por hacer.

En este momento, en el país existen, según se precisó en la Mesa Redonda de este miércoles, 536 instituciones que concentran las matrículas de estos estudiantes, que se forman en unas 94 especialidades, según las demandas que tienen los territorios. De estos centros, 295 se dedican exclusivamente a este sistema de enseñanza y unos 188 son mixtos.

Alexander Manso, director nacional de esta enseñanza en el Ministerio de Educación (Mined), explicó que una primera modificación fue retomar la formación del obrero técnico y obrero calificado. “Eliminamos el bachiller en esta categoría y para ello cambiamos los planes de estudio, en correspondencia con los saberes que se precisaban”.

Aclaró que el estudiante que se forme en las especialidades técnicas, una vez que concluya su formación, también puede aspirar a la Enseñanza Superior, si vence los exámenes de ingreso. Los obreros calificados, por su parte, tienen la posibilidad de continuar estudios en el nivel de técnico medio siempre y cuando haya demanda de estos en la localidad donde trabajen.

Los organismos, dijo, que más representación tienen en los perfiles que formamos son el Ministerio de Energía y Minas, el de la Agricultura, el de Turismo, el de la Construcción y el de Transporte. “Otra de las transformaciones que realizamos fue invertir la pirámide de formación. El 60 por ciento de los jóvenes que terminan el 9no. grado pueden aspirar a esta enseñanza.

“Al mismo tiempo hemos tenido que desarrollar un trabajo conjunto con los organismos de la administración central del Estado, porque para el desarrollo del propio proceso docente requerimos de la responsabilidad compartida con las aulas anexas. Este es un local fundamental para la formación de estos jóvenes, porque en ellas se accede a la tecnología instalada y además en los centros laborales se encuentra el mayor saber de estas especialidades”, sostuvo Manso.

El directivo agregó que hoy existen más de 3 700 aulas anexas, con más de 3 100 especialistas de la producción que están aportando su inteligencia en función de la creación de las habilidades de estos estudiantes. Entre lo pendiente, alegó que pretenden fortalecer la formación pedagógica de estos nuevos docentes, con las herramientas básicas.

Igualmente resaltó que hay un avance en estos espacios: de las 900 que fueron evaluadas de mal, solo quedan en esa categoría unas 124. Pero al mismo tiempo, comentó, este descenso ilustra que hay una mayor responsabilidad y compromiso con la formación de esta fuerza de trabajo.

Entre los retos, hizo mención al fortalecimiento de la orientación vocacional. “En la secundaria básica tenemos que incentivar a los muchachos, porque aún se observa reticencia por parte de los familiares”.

También reconoció que hay que aumentar la bibliografía en este sistema de enseñanza, para el cual se imprimieron 140 nuevos títulos y este año saldrán 70 más. Hizo énfasis además a que hoy el estado constructivo de los centros no es el mejor.

Adriana Ballester, al frente de la dirección de Recursos Humanos en el Ministerio de la Agricultura, aludió a que hoy en 365 centros se forman los cinco técnicos medios vinculados a su sector, en las especialidades de Agricultura, Agricultura Forestal, Zootecnia y veterinaria, Mecánica y Obrero calificado.

Destacó que prácticamente en 2009 no se formaban obreros calificados en el país y cómo esto contrasta con los más de 300 convenios que han firmado con el Mined. “Como parte de este esfuerzo se rescataron y remozaron centros como el Tranquilino Sandalio y Mártires de Pino III. Ahora también estamos proyectando la formación de Torcedores, los cuales son esenciales en la tabaquería”.

La directiva refirió que “tenemos más de mil aulas anexas y 180 cooperativas que se han integrado a este sistema de enseñanza, lo cual es muy favorable para el ramo.

Jesús Otamendiz, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, comentó que hoy se le garantiza la continuidad de estudios al ciento por ciento de los jóvenes que culminan la Secundaria Básica. “En este propósito se insertan las especialidades técnicas, las cuales las planificamos a partir de las necesidades de los territorios”.

La Mesa Redonda dedicó su emisión a las características que tiene actualmente la enseñanza técnica y profesional del país, con la participación de directivos de los Ministerios de Educación, Trabajo y Seguridad Social y la Agricultura.

Alexander Manso, director nacional de esta enseñanza en el Ministerio de Educación (Mined), explicó que una primera modificación fue retomar la formación del obrero técnico y obrero calificado.

Adriana Ballester, al frente de la dirección de Recursos Humanos en el Ministerio de la Agricultura, aludió a que hoy en 365 centros se forman los cinco técnicos medios vinculados a su sector, en las especialidades de Agricultura, Agricultura Forestal, Zootecnia y veterinaria, Mecánica y Obrero calificado.

El ritmo creciente en los últimos cinco años en esta enseñanza ha implicado una transformación en la infraestructura, en la conducción de este proceso docente educativo y hasta en el pensamiento cultural de la familia.

Jesús Otamendiz, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, comentó que hoy se le garantiza la continuidad de estudios al ciento por ciento de los jóvenes que culminan la Secundaria Básica.