Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda ^[1]

Fotos de Roberto Garaicoa

Al término de la Primera Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, en junio de 1964, un grupo de países en desarrollo, conscientes de los enormes desafíos que tendrían que sortear, decidió marchar unido para hacer frente a un sistema económico mundial que desde entonces se manifestaba desigual e injusto.

A este grupo se debe la preparación, negociación y aprobación, el primero de mayo de 1974, hace ya 40 años, de uno de los documentos programáticos más importantes en la lucha contra el subdesarrollo y por el logro de la justicia económica internacional: la Declaración y el Programa de Acción para el Establecimiento de un Nuevo Orden Internacional

Dulce María Buergos, del Minrex, explicó que esta es la génesis del Grupo de los 77 + China, que este año arribó a su medio siglo de vida. “En la actualidad son 133 los países miembros que provienen de África, Asia, el Pacífico y América Latina. Pero sigue siendo una agrupación de concertación política y de unidad frente a las posiciones de los países desarrollados en la agenda internacional”.

Argumentó que el grupo ha pasado por altas y bajas en función de la propia dinámica de la situación internacional, pero consideró como una particular relevancia que en el marco del aniversario 50 uno de los mensajes fundamentales haya sido el llamado a la unidad, lo cual se da también en un nuevo escenario en América Latina, cuando nuestra región ha logrado mayor liderazgo y unión con propuestas como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños”.

La periodista Juana Carrasco, jefa de la página de Internacionales de Juventud Rebelde, sostuvo que en un mundo donde se está quebrando la unipolaridad, es muy favorable que se haya celebrado esta Cumbre del G-77 + China en un Estado plurinacional, que la acogió con mucha dignidad. “Estamos hablando de un país que se levanta de un destino que le tenían predestinado, con un presidente que se ha convertido en un genuino líder regional”.

Resaltó que en este escenario se pronunciaron contra el colonialismo, por el derecho a los recursos naturales de los pueblos… “Y con razón Ban Ki-moon celebró su cumpleaños en Bolivia. La Cumbre ha  sido una manera también de reconocer a este país, y creo que la fiesta debe ser grande también para nuestra región”.

Por su parte, el analista Oliver Zamora compartió que este es un Grupo que ha pasado por altas y bajas. Pero se advierte que sus miembros han madurado, porque si bien se mantienen todos los retos, hoy se percibe que hay más conciencia, por ejemplo, alrededor del cambio climático, sobre las brechas que ha acentuado el neoliberalismo…

En su opinión, que se haya celebrado la última Cumbre en Bolivia refuerza que este territorio es paradigma político de las regiones del mundo. Ha sido además un foro de intercambio de experiencias, Evo comentó cuánto ha sufrido su país con el asunto de los hidrocarburos, la presidenta de Argentina, habló de cómo se dificulta el pago de la deuda externa, el presidente de Uruguay dijo que no se pueden obviar los modelos de consumo… En fin, es una Cumbre que reafirma que a pesar de las diferencias nos unen muchas cosas. “Creo que se demostró que hay más consenso que en el G-7”.

El General de Ejército Raúl Castro, en nombre de Cuba, no pasó por alto la importancia de tener unidad, unidad y más unidad frente a las desigualdades y las injusticias de este mundo, y en el propósito común de eliminar las disparidades crecientes entre los países desarrollados y los países en desarrollo y garantizar a las generaciones presentes y futuras un desarrollo económico y social que vaya acelerándose, en la paz y la justicia.

Dulce María Buergos comentó que la Declaración de Santa Cruz tuvo igualmente entre sus hitos, la defensa de países como Cuba, Venezuela y Palestina, así como el rechazo a la ocupación de las Malvinas. Al mismo tiempo se habló de las tecnologías de la información y se denunció su uso inadecuado en contra de la soberanía de los pueblos. Denunció al mismo tiempo la incorporación de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.

“Se defendió el multilateralismo, se insistió en la unidad del grupo en su diversidad y hubo un gran reconocimiento al Comandante en Jefe en esta batalla, en los temas de la cancelación de la deuda externa, en la que Fidel fue un abanderado defensor”.

Hugo Moldiz, en entrevista para la Mesa Redonda, declaró que esta Cumbre tuvo un saldo muy positivo, desde el punto de vista organizativo. “Este Grupo además representa al 60 por ciento de la población mundial y marcó una continuidad en sus posiciones  sobre los factores de poder. Y al mismo tiempo hay un aporte que se da en esta Cumbre que tiene que ver con la incorporación del ideario de la filosofía de los pueblos indígenas, una experiencia local que se visibiliza universalmente.

“Estamos hablando de un modelo alternativo al capitalismo. Estamos hablando del reconocimiento de la hoja de coca como una práctica propia de los pueblos indígenas, porque la coca está en su estado natural. Se defendió también el concepto de Madre Piedra, que es estar en armonía con las diversas formas de vida, y esto tiene que ver mucho con los desafíos del presente, dichas por el propio Comandante en Jefe.

“Se pidió priorizar las relaciones sur-sur, no porque se discrimina al norte, sino porque se rechaza su postura hegemónica. Se pronunciaron además por el principio de la no injerencia y de la no intervención y el reconocimiento a que no hay un solo modelo de democracia”.

Juana Carrasco apuntó entre los valores de esta Cumbre, que fue un espacio para socializar la economía mundial, con el objetivo de denunciar los monopolios que no favorecen a los países pobres. “Se destacó que además de enfocarse en el combate contra la pobreza y la desigualdad, hay que hacerlo de una manera distinta, en términos de soberanía y con las propias fuerzas de los pueblos”.

En palabras del propio Raúl, “es preciso exigir un nuevo orden financiero y monetario internacional y condiciones comerciales justas para productores e importadores a los guardianes del capital, centrados en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, a los defensores del neoliberalismo, agrupados en la Organización Mundial de Comercio, que intentan dividirnos.

En la actualidad, se transgrede la soberanía de los Estados, se violan de forma descarnada los principios del Derecho Internacional y los postulados del Nuevo Orden Económico Internacional, se imponen conceptos que intentan legalizar la injerencia, se usa la fuerza y se amenaza con su uso de manera impune, se utilizan los medios para promover la división…

“Debemos ejercer nuestra solidaridad con aquellos a quienes se amenaza con la agresión. Hoy, el caso más nítido es la República Bolivariana de Venezuela, contra la que se emplean los medios más sofisticados de subversión y desestabilización, incluidos los intentos de golpe de Estado, según las concepciones de la guerra no convencional que Estados Unidos hoy aplica para derrocar gobiernos, subvertir y desestabilizar sociedades”.

La Mesa Redonda dedicó su em isión a los principales resultados de la Cumbre del Grupo de los 77+China y las posiciones expuestas por Cuba en la voz de su Presidente, el General de Ejército Raúl Castro Ruz.

Dulce María Buergos, del Minrex, explicó que esta es la génesis del Grupo de los 77 + China, que este año arribó a su medio siglo de vida.

Argumentó que el grupo ha pasado por altas y bajas en función de la propia dinámica de la situación internacional, pero consideró como una particular relevancia que en el marco del aniversario 50 uno de los mensajes fundamentales haya sido el llamado a la unidad.

Juana Carrasco apuntó entre los valores de esta Cumbre, que fue un espacio para socializar la economía mundial, con el objetivo de denunciar los monopolios que no favorecen a los países pobres.

En opinión de Oliver Zamora que se haya celebrado la última Cumbre en Bolivia refuerza que este territorio es paradigma político de las regiones del mundo.