Quienes han seguido la Revolución Bolivariana, no se sorprenden con las convulsiones que ciertos personajes, anclados en los estímulos de los poderes imperiales, han montado en los últimos 15 años de transformaciones sociales, económicas y políticas que se han desarrollado en esa nación bajo el ideal socialista.

La Feria Internacional del Libro tiene fuerza telúrica. Nadie puede quedar indiferente. No puede ser, porque no existe un evento cultural en la Isla más expansivo y diverso. Hay para todos, porque fue pensado desde esa perspectiva. Quien repare en su programa, que por estos días le cambia el paisaje a La Habana, podrá advertir este concepto, al tiempo que reconocerá que si no es por muchas manos y voluntades no sería posible esta hermosa entrega.

La situación de violencia, estimulada por la derecha reaccionaria en Venezuela, no es nada casual, ni es un hecho aislado, es la misma fórmula o receta del imperialismo, de la cual Cuba ha sido laboratorio con la aplicación del genocida bloqueo por parte del Gobierno norteamericano.

De la risa al llanto me llevó, sin transiciones, el documental Dos comandantes en el terreno, una obra que nos regresa a aquel juego entrañable entre veteranos del béisbol venezolano y cubano, pero que tuvo la singularidad de tener en sus novenas a Fidel y a Chávez.

Tenemos el talento para revertir el descenso que marca el béisbol cubano. Pero no bastan solo los buenos propósitos. Hay mucho por hacer en el orden técnico y táctico. El béisbol es pasión y orgullo nacional. El capítulo de la Serie del Caribe nos colocó una vez más ante la certeza de que hay que superar, definitivamente, la cuesta.

Corresponde a la Universidad repensar su función y su diseño. Su tarea de servicio no puede colocarse en beneficio de los grandes intereses empresariales transnacionalizados. Ha de volverse hacia la sociedad. Si queremos que la Educación Superior no sea una mercancía, sino instrumento imprescindible de nuestro desarrollo social, sustentable y justo, hay que construir vínculos universidad-sociedad adecuados a los modelos de desarrollo que respondan a las expectativas de nuestros pueblos.