Las conferencias regionales de 2018 de la Organización de Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO) comienzan con la correspondiente a África en Jartum, capital de Sudán.
La necesidad de cambiar la forma de gestionar la tierra, la producción alimentaria y los bosques, para garantizar la seguridad alimentaria, fue destacada por la directora general adjunta de la FAO, María Helena Semedo.
Los trabajadores de la empresa de granos Máximo Gómez Báez, de Ciego de Ávila, continúan muy limitados en la producción de alimentos debido al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba hace más de medio siglo. Un ejemplo palpable es el déficit de secaderos, molinos, cosechadoras y otros equipos para poder sembrar, cultivar y descascarar el arroz, pues los resultados productivos están muy lejos de las necesidades, aunque el esfuerzo de los obreros sea titánico.
Impulsados por la mejora de las condiciones climáticas, y el afán de devolver prontamente la normalidad al territorio, desde horas de la tarde de ayer comenzaron a desarrollarse labores de recuperación en varios municipios de la capital.
Quizás porque el verdor, la caña y los naranjales de Birán fueron su entorno natural desde la cuna, probablemente porque comprendió mejor que nadie el dolor del campesinado cubano en la república neocolonial y el cacicazgo de las transnacionales estadounidenses en las tierras más fértiles de Cuba, la obra revolucionaria de Fidel Castro está entrañablemente vinculada al desarrollo del campo cubano y de la agricultura.
Lograr la soberanía alimentaria en Cuba, a partir de la producción en el país de semillas y otros insumos, fue una de las principales orientaciones que el Comandante en Jefe Fidel Castro recomendaba, subrayó un experto en esta ciudad.