Donaciones de sangre en Cuba: la altura del humanismo
La frase martiana de que basta para ser grande, intentar lo grande, podría ser esencia para entender los alcances de un proceso emancipador que ha sido posible por la dimensión de su gente, por las prolongaciones de sus gestos cotidianos: como ese tremendo de dar su sangre voluntariamente, con la que se salvan tres vidas humanas. Sí, aunque parezca un hecho increíble, en Cuba ha sido posible que ese valioso componente se obtenga por la voluntad altruista de miles de personas que anualmente donan su sangre, sin otro estímulo que su sentido profundamente humanista.