Con una faena excepcional de sus lanzadores, Pinar del Río derrotó este sábado 2-1 a Sancti Spíritus en el estadio Capitán San Luis, y sentenció su pase a la etapa semifinal del Campeonato Cubano de béisbol. Una vez más, el derecho Yosvani Torres realizó una labor fenomenal ante los Gallos para agenciarse el segundo triunfo en este play off, y cuarto en fases de postemporada, todos ante equipos espirituanos.
Sin embargo, en el desafío de hoy fueron los visitantes quienes abrieron el marcador, al fabricar una carrera en el primer inning por el descontrol del abridor granmense Lázaro Blanco. En ese mismo capítulo, Blanco cedió su lugar al relevista Manuel Vega, autor de un extraordinario relevo largo, que le valió el crédito del triunfo, el primero de su carrera deportiva en postemporadas.
Los niños y jóvenes cubanos celebran desde hoy su V Congreso Pioneril, en los aniversarios 50 de la creación de la Organización de Pioneros José Martí y el 49 de la Unión de Jóvenes Comunistas. Como delegados de honor al V Congreso fueron elegidos el líder de la Revolución, Fidel Castro, y el presidente Raúl Castro.
El slugger de los Alazanes sentenció la suerte del partido ante los envíos del mejor lanzador de los Indios Dalier Hinojosa, primero cuando igualó las acciones en el octavo inning con un descomunal batazo que casi tumba la pizarra del estadio Mártires de Barbados.
Con dos jonrones de William Saavedra, Pinar del Río fabricó una remontada épica y venció ayer 6-5 a Sancti Spíritus en el quinto partido del play off y quedó así a un paso de las semifinales del béisbol cubano. Con este triunfo, los dirigidos por Alfonso Urquiola silenciaron a todo el público presente en el parque José Antonio Huelga y dieron un golpe de autoridad en el enfrentamiento frente a los Gallos, que pudiera incidir sensiblemente en la suerte final de esta serie de desafíos.
El cienfueguero Osvaldo Arias siempre soñó ser protagonista de una jornada grande, de esas que todos recuerdan durante años, y hoy lo consiguió al llevar a su equipo a las semifinales del béisbol cubano. El fornido receptor, de 33 años de edad y 17 campañas nacionales, no creyó en el glamour del pitcheo habanero y produjo las carreras que necesitaba su escuadra para alcanzar su mejor resultado histórico.