Migrantes centroamericanos prosiguen en la caravana rumbo a Estados Unidos, su camino por México se hace un poco tediosos debido a la necesidad de comida, atención médica y agua. Muchos mexicanos han estado brindando apoyo a los migrantes con agua, comida, mantas y hasta transporte.
Primero fueron 1.300 hondureños y hondureñas que se encolumnaron en una de las carreteras. Proceden de todos los confines del país, de Tegucigalpa muchos, pero también de San Pedro Sula y la Ceiba, entre otros. El lema que los une y moviliza es significativo: “Vamos a los Estados Unidos a decirle a Trump que nos deje entrar porque aquí ya no se puede más con el hambre y la miseria”.
Tras cruzar el cerco policial, la caravana de migrantes hondureños, reanudó su marcha rumbo a Tapachula, en México, en su camino por alcanzar la frontera con EE.UU.
Según explicó a Prensa Latina el director de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE) de la Cancillería del país caribeño, Ernesto Soberón, este proceso inédito ha sido muy bien acogido por compatriotas que viven en otros lugares y sus familiares en la mayor de las Antillas.
Noventa millas de mar separan geográficamente a Cuba y Estados Unidos. Pero la geografía es la menor de las distancias entre ambas orillas, la confrontación histórica entre ambos países, que comenzó mucho antes del triunfo de la Revolución, ha marcado los flujos de personas entre los dos vecinos.
El gobierno de Cuba invitó a los ciudadanos cubanos residentes en el exterior a participar en los debates sobre el proyecto de nueva Constitución, una decisión que ayudará a fortalecer los vínculos entre la isla y su emigración.