La decisión de la Casa Blanca de enviar a Libia presuntos equipos humanitarios y diplomáticos para vincularse con los dirigentes de una revuelta en ese país, puede ser el anticipo de una agresión militar. Tom Donilon, asesor de Seguridad Nacional del presidente Barack Obama, anunció la víspera que su país prepara el envío de diplomáticos a la ciudad libia de Bengazi para involucrarse con la oposición dentro del país.
La misión técnica enviada por la Unión Europea (UE) a Trípoli para tener información propia sobre la crisis no ha podido corroborar que haya habido combates en la capital de Libia; tampoco encontró signos de bombardeo en la ciudad. En este sentido, el grupo pidió el despliegue de un equipo independiente para analizar la situación y determinar responsabilidades, informó uno de los funcionarios de alto nivel, según la reseña de TeleSUR.
El secretario general de la alianza, Anders Fogh Rasmussen, confirmó esta tarde en la sede de la OTAN que uno de los objetivos de la presencia reforzada será poder garantizar la logística en caso de evacuaciones de civiles y para prestar ayuda humanitaria. El ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, subrayó que no puede concebirse el establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre Libia sin un mandato específico del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Libia, nación de la comunidad árabe, está amenazada hoy por una intervención militar de los Estados Unidos y sus aliados, reiteraron hoy los panelistas de la Mesa Redonda Informativa.
Elson Concepción, periodista de Granma, subrayó que el camino hacia la invasión militar está bien orquestada por el gobierno norteamericano, el cual, con sus fuerzas aliadas ha creado las vías para el envío de barcos y tropas de guerras hacia esa región.
La estrategia yanqui de intromisión, apuntó, tiene su respaldo internacional con la puesta en marcha de un plan especial de Exclusión Aérea para limitar la capacidad defensiva del gobierno libio en su justa lucha por preservar la independencia.
Los enfrentamientos entre rebeldes y leales al líder de Libia, Muammar Al Gaddafi, se mantienen este miércoles en varias ciudades del este del país que albergan refinerías petroleras, en una lucha por el control de tales instalaciones estratégicas.
Un informe conjunto de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en ese país (UNAMA) y la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán señala que el año pasado fallecieron 2,777 personas por causa del conflicto, un aumento del 15 % con respecto al período anterior.