Un momento significativo dentro de la Mesa Redonda fue la situación en Haití, país que se debate en la devastación y la esperanza

Los desequilibrios climáticos que enfrenta hoy el planeta Tierra someten diferentes latitudes a condiciones extremas. Mientras que el noreste de Estados Unidos, buena parte de Europa y Afganistán sufren en estos momentos fuertes nevadas y olas de frío, al sur del continente americano se experimenta una ocurrente dualidad de abundantes precipitaciones y ola de calor.

Al analizar el mundo a mitad de semana, el espacio de la Mesa Redonda Informativa centró parte de su atención en los fenómenos naturales que inciden sobre estas regiones.

Reportes televisivos internacionales dieron fe del segundo temporal de nieve en menos de una semana que afecta con intensidad importantes ciudades estadounidenses, y de las fuertes lluvias que recorren prácticamente todo el cono Sur.

Al unísono, Brasil reporta centenares de muertos y miles de evacuados por inundaciones y desprendimientos de tierra, al tiempo que en Río de Janeiro inciden intensas temperaturas que se calculan como las más altas de las últimas cinco décadas, y que podrían producir una sensación térmica de más de 50 grados, en consonancia con los actuales niveles de humedad.

Como fue destacado en el espacio radiotelevisivo, Bolivia es la nación más afectada por las lluvias. De acuerdo con la periodista Bárbara Betancourt, de Radio Habana Cuba, son más de 20 mil 400 personas las que lo han perdido todo. El gobierno boliviano, que ya tenía emergencia por sequía en otras áreas, continúa destinando recursos para dar atención humanitaria.

“En el país se encuentra funcionando un proyecto asistencial del Programa Mundial de Alimentos, y hay asesoría de Japón en otros terrenos que tienen que ver justamente con esa situación”, señalaba Bárbara Betancourt, quien destacó además la repercusión de la fuerte sequía sobre la producción energética, como es el caso de Venezuela, con buena parte de su generación sustentada en hidroeléctricas, y Ecuador, que enfrenta la peor sequía en 40 años.

Las temporadas climáticas se acrecientan en ambos hemisferios del continente a consecuencia del evento meteorológico El Niño, que cada seis o siete años azota la región con un desgarrador impacto en los pobladores y la economía de las naciones latinoamericanas.

Un momento significativo dentro de la Mesa Redonda fue la situación en Haití, país que se debate en la devastación y la esperanza. La ayuda internacional sigue siendo vital en esta pequeña nación, donde han sido requeridas 18 mil letrinas para evitar la propagación de enfermedades, a raíz del empeoramiento de las condiciones de vida.

Frente a las decenas de miles de desplazados y las irregularidades en la repartición de agua y alimentos, persiste el reclamo de 200 mil carpas cuando se avecina el período de lluvia.

Importante repercusión tuvo la reunión de UNASUR, a la que acudió el presidente haitiano, René Preval, y en la que se acordó crear un fondo 100 millones de dólares para la ayuda no solo humanitaria sino con perspectivas de futuro.

Este 12 de febrero, a un mes del devastador terremoto, será declarado Día de Luto Nacional en Haití, para que los fieles de todas las religiones puedan rendir tributo a las víctimas.

(Con información de Radio Rebelde)

Frente a las decenas de miles de desplazados y las irregularidades en la repartición de agua y alimentos, persiste el reclamo de 200 mil carpas cuando se avecina el período de lluvia

Reportes televisivos internacionales dieron fe del segundo temporal de nieve en menos de una semana que afecta con intensidad importantes ciudades estadounidenses

Brasil reporta centenares de muertos y miles de evacuados por inundaciones y desprendimientos de tierra, al tiempo que en Río de Janeiro inciden intensas temperaturas que se calculan como las más altas de las últimas cinco décadas

“En Bolivia se encuentra funcionando un proyecto asistencial del Programa Mundial de Alimentos, y hay asesoría de Japón en otros terrenos que tienen que ver justamente con esa situación”, señalaba Bárbara Betancourt