Un incendio, las imprudencias y sus cuantiosos saldos

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de  Roberto Garaicoa

Doscientos sesenta y tres incendios han ocurrido en Cuba en estos tres primeros meses del año, y más de 2 000 hectáreas se han afectado como consecuencia de estos siniestros. Los reportes confirman que en el orden económico se han perdido 141 millones de pesos desde el 2003 hasta el 2012, lo que promedia pérdidas de unos 14 millones de pesos anuales por esta causa.

El deterioro, visto solo así, quedaría simplificado a la frialdad de las cifras. Sin embargo, tras ellas están los nocivos impactos que provocan al medio ambiente, y el saldo de perjuicios a las propiedades de las personas, la economía y a la salud humana.

Y aunque el comportamiento de los incendios es similar al de igual etapa en el año precedente, el fardo se siente muy pesado, porque el más mínimo de estos episodios nos afecta a todos y siempre se va a traducir en pérdidas, y porque algo —evitable— quedó por hacer.

La tendencia podría contenerse, en mayor medida, con la prudencia que demuestren las personas, quienes son responsables de más del 80 por ciento de estos fenómenos. Las causas así lo demuestran: lanzar colillas de cigarro encendidas, la falta de matachispas en los sistemas de escape de vehículos y maquinarias, encender fogatas sin las precauciones necesarias, limpiar terrenos sin adoptar las medidas de seguridad o las propias condiciones climáticas.

Estos y otros análisis trascendieron este miércoles en el espacio radiotelevisivo de la Mesa Redonda, en el que se le pasó el escalpelo, en ocasión del Día del Guardabosques, a los impactos que dejan los incendios forestales y otras agresiones a la riqueza biológica del país.

Raúl González Rodríguez, jefe del Departamento de Gestión y Manejo del Fuego del Cuerpo de Guardabosques en Cuba, en su análisis comentó que otra de las enseñanzas que muestra la tendencia es que la población no es conciente del daño que provoca con cualquiera de los comportamientos negligentes antes mencionados, y de lo que implican para el patrimonio forestal.

Sin embargo, resaltó, que al menos en esta etapa la propagación y los efectos se han reducido en unas mil hectáreas, comparados con igual período de 2012. Lo que obedece en gran medida al acompañamiento creciente de los niveles de prevención y enfrentamiento del Cuerpo de Guardabosques y de otras fuerzas profesionales o eventuales que se movilizan para proteger tan diversas riquezas.

González Rodríguez significó en su comparecencia el impacto perjudicial invaluable para el medio ambiente y la posible ruptura del equilibrio ecológico en esas áreas cuando ocurre un evento de esta naturaleza. «Se daña el aire a partir de las emisiones de gases, los suelos se erosionan, las aguas se contaminan, la población animal migra o muere y la vegetación se destruye o cambian los bosques en su estructura y composición».

A partir de estos fenómenos, añadió, el grupo de Guardabosques también desarrolla una labor profiláctica con los campesinos, los agricultores pequeños… y también se trabaja de conjunto con el Ministerio de la Agricultura y con el de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, para instruir y capacitar a los nuevos usufructuarios para que sepan cómo actuar ante la limpieza del terreno, para que conozcan cómo deben pedir el permiso para emplear el fuego, entre otras acciones.

También se conoció que en todas las provincias del país existen fuerzas preparadas y equipadas del Cuerpo de Guardabosques, con una estructura que tiene nivel nacional y provincial.

Varios reportes que se trasmitieron en esta hora de reflexión sobre tan crucial tema, dieron cuenta de las labores que se desarrollan en varias provincias, como fue el caso de Granma. Jorge Luis López, del circuito de Buey Arriba, sostuvo que allí están preparados para afrontar la sequía, elemento climatológico que se convierte en un fuerte adversario para el patrimonio forestal y en un gran aliado para las propagaciones de las llamas. También ahondó en los grados de consagración que implica una profesión como esta, donde se desandan geografías complejas y en la que hay que dominar todos los recursos que están bajo su custodia.

«Organizados en cinco circuitos, manifestó, protegemos el macizo Sierra Maestra.

Tenemos motosierra, hachas, machetes… los recursos imprescindibles para evitar la propagación de un siniestro».

Edisbel Morales, también miembro del Cuerpo de Guardabosques de ese territorio, destacó que son muchos los años que se precisan para recuperar un bosque cuando es víctima de una eventualidad de este tipo.

En el panel, el teniente coronel Azel Castro González, jefe del Cuerpo de Guardabosque de Matanzas, hizo referencia a lo duro que resulta sofocar el fuego, a lo titánico de esta proeza y aludió a que el incumplimiento del plan de medidas es una de las causas que afectan a su provincia, que en menos de dos meses ha sido testigo de cinco incendios.

También puso la mirada sobre los daños irreversibles y sobre esos que en no pocas ocasiones escapan a los cálculos porque no aparecen asociados a los daños directos que genera el paso arrollador de la braza: «Cuando un incendio se complica, el Estado hace todos los esfuerzos para sofocarlo y a veces no advertimos cuánto se deja de hacer con la movilización del personal que nos apoya. En Matanzas, por ejemplo, los trabajadores de la Empresa de cítricos se nos suman en muchas de estas contingencias, y a veces no estimamos todo lo que se dejó de hacer en la línea de producción para que ellos nos auxiliaran en medio de un siniestro».

El teniente coronel igualmente destacó que para ellos el gran humedal de la Ciénaga de Zapata, por ser un ecosistema frágil, es una de sus prioridades, por ello más del 70 por ciento de sus fuerzas cubren estas áreas. Al mismo tiempo ponderó que las penalizaciones deben corresponderse con estas violaciones, por el impacto que tienen en la vida del país.

Marcos Crespo, jefe del Cuerpo de Guardabosques de Pinar del Río, provincia donde se concentra la mayor área boscosa de Cuba, informó que en este territorio en lo que va de año han trascendido unos 23 incendios e hizo mención a cómo quienes custodian el patrimonio forestal tienen una tradición en estas labores. «Son personas que viven en los propios lugares que protegemos o poseen un arraigo familiar a esta profesión», comentó.

Interrogado por el conductor y director de este espacio, el periodista Randy Alonso, sobre cómo se preparan estos combatientes. Marcos Crespo precisó que la formación es con cursos de contenido sobre todo práctico, y se desarrolla además una especialización con el apadrinamiento a los que llegan de parte de los más experimentados, al tiempo que se le ofrecen cursos para capacitarlos en lo concerniente a la legislación ambiental.

Entre los desafíos del Cuerpo de Guardabosques, el experto significó el cuidado de la riqueza forestal, que no solo implica su preservación del fuego, sino su continua repoblación y destacó con orgullo que Pinar del Río tuviera un índice de reforestación de un 44,02 por ciento, el cual debe incrementarse con los planes que con este propósito se realizan.

Al cierre de la emisión de este miércoles, Raúl González Rodríguez, jefe del Departamento de Gestión y Manejo del Fuego del Cuerpo de Guardabosques en Cuba, recomendó a la población, en aras de que afianzara su cultura en este tema, a que si necesita hacer uso del fuego en un área de bosque o cercano a uno, se dirijan al guardabosque más cercano y que le preguntaran cómo hacerlo, y puso especial relieve en la necesidad de no arrojar colillas en estas áreas y en que colaboren con la facilitación de información cada vez que avizoren un incendio y que, de serles posible, intenten apagarlo para que no alcance el bosque o no se propague más por este escenario. «La acción colectiva siempre será la mejor», resaltó.

Doscientos sesenta y tres incendios han ocurrido en Cuba en estos tres primeros meses del año, y más de 2 000 hectáreas se han afectado como consecuencia de estos siniestros

La tendencia podría contenerse, en mayor medida, con la prudencia que demuestren las personas, quienes son responsables de más del 80 por ciento de estos fenómenos

Estos y otros análisis trascendieron este miércoles en el espacio radiotelevisivo de la Mesa Redonda, en el que se le pasó el escalpelo, en ocasión del Día del Guardabosques

También se conoció que en todas las provincias del país existen fuerzas preparadas y equipadas del Cuerpo de Guardabosques, con una estructura que tiene nivel nacional y provincial

Varios reportes que se trasmitieron en esta hora de reflexión sobre tan crucial tema, dieron cuenta de las labores que se desarrollan en varias provincias, como fue el caso de Granma

1 Comentario »

  • Yen dijo:

    Qué interesante mirada a este fenómeno. Lástima que el trabajo tenga una invitación incompleta a su lectura por presentar un error en su título.

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