La Habana, capital del ecumenismo

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

El bloqueo económico que impone el gobierno de los Estados Unidos a Cuba extiende sus tentáculos no solo en la vida cotidiana de los que viven en la Isla: de esa absurda realidad también fueron víctimas los líderes religiosos protestantes, quienes tenían planificada la Sexta Asamblea General del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) en febrero pasado y tres meses después es que logran concretarla.Finalmente, del 20 al 26 de mayo, La Habana se convierte en la capital del ecumenismo latinoamericano. Unos 300 representantes de los 21 países que integran este Consejo, se dan cita para abrazar ese desafío mayor que es la defensa de la vida, inspirados en Dios, y también para aprender más de este país, compartir experiencias y estrechar relaciones de solidaridad.

El CLAI, que posee 34 años de existencia y que representa a más de tres millones de personas en la región, elegirá igualmente en esta ocasión a su nueva directiva. Su estructura está encabezada por un presidente, que tiene seis años de mandato y un secretario general, que dirige durante cuatro años y tiene la posibilidad de ser reelegido durante otro igual periodo. Así mismo, cada país está representado por una Mesa Nacional, que a su vez aglutina a toda la diversidad de denominaciones y de organismos del mundo protestante.

La pastora María Yi Reina, coordinadora de la Mesa Nacional de Cuba, explicó durante el espacio radiotelevisivo de la Mesa Redonda Internacional de este lunes, que el CLAI pretende la unión del pueblo de Dios, a partir de acciones concretas.

La pastora advirtió que el Consejo Latinoamericano de Iglesias tiene líneas generales de trabajo y que cada una de ellas se contextualiza, se ajusta a cada escenario. Entre sus programas, destacó, las acciones que en la Isla han realizado por las mujeres y la justicia de género; “también tenemos uno dedicado a los jóvenes y otro a la renovación litúrgica, por citar ejemplos”.

El pastor Nilton Giese, secretario general del Consejo Latinoamericano de Iglesias, comentó que este encuentro coincide con la celebración este año de los 500 del protestantismo.

En su intervención comentó que antes había una percepción de un Dios castigador, amenazante. “El movimiento protestante del siglo XVI aportó que servir a Dios era salir del monasterio e interpretarlo en la sociedad. Es un movimiento que se enrumbó hacia las necesidades de las personas, en su día a día.

“Las monjas y los sacerdotes comenzaron a compartir las vivencias de la sociedad y empezaron a construir sus familias, por ello es que se pueden casar. En América Latina, por su parte, las percepciones protestantes llegaron en el siglo XVIII, y uno de los aportes fundamentales que le hizo la región a este movimiento fue la importancia de la Educación en cada una de las acciones”, precisó.

En su opinión, América Latina fue de las primeras en comprender que la formación era parte de la predicación del evangelio. “La Educación es fundamental para entender”.

El secretario general del CLAI argumentó que los miembros de este Consejo asumen que Dios vive los dolores de las personas. “Por ello nosotros no sacralizamos la pobreza, sino que ayudamos a que las personas la superen. Nuestra gente defiende el afirmamiento de un ecumenismo en gestos concretos. Cada quien que ore y salude a Dios como estime, lo que después de ello, debe poner sus manos a disposición de la sociedad, para transformarla”.

El obispo Julio Murray, presidente del Consejo Latinoamericano de Iglesias, y por ende, la máxima autoridad en este momento de este concilio, hizo énfasis en que vamos a tener siempre una tarea en nuestra sociedad: moldearla en valores que promuevan la vida. “Ese es nuestro desafío mayor”.

“El Señor Jesucristo, manifestó, nos ha dicho que nosotros también seamos uno. Por ello en los Diálogos de Paz en Colombia, que se celebran acá en La Habana, los hemos acompañado, sobre todo a partir de la Mesa Nacional de ese país”.

Entre los principales desafíos del CLAI, mencionó la defensa de una educación integral, no solo en los aspectos teológicos; cuidar del planeta, desde la perspectiva de lograr una justicia climática; y la importancia de la soberanía alimentaria y de la sustentabilidad de nuestras naciones.

Sobre la realidad de América Latina, dijo que se puede apreciar una mayor bonanza económica, pero ello no quiere decir que no existan lugares con una pobreza grande, lo que nos exige tener un mayor rol en ese contexto específico.

Joel Ortega, presidente del Consejo Nacional de Iglesias de Cuba, en su condición de anfitrión de los asistentes a este cónclave, no dejó de aludir al hecho de que el bien venció sobre el mal, por todos los que impidieron que esta Asamblea se desarrollara en febrero. Esta injusta política solo despertó mayor solidaridad desde todos los puntos cardinales del planeta y que creciera la conciencia del mundo sobre el bloqueo.

“Este es un país bloqueado, pero socialista. Y la Iglesia crece, y la palabra ecumenismo sigue siendo participación de todos, que en Cuba se traduce en la construcción de una sociedad mejor, y de una Iglesia mejor”.

Joel Ortega refirió que América vive una situación diferente, con el primer presidente chavista en Venezuela; un presidente como Evo, el primer presidente indio. Y así, en este importante espacio el CLAI no habla por los pobres, porque somos pobres con los pobres.

Al referirse a la importancia de este encuentro en La Habana, expresó que habrá un antes y un después para toda nuestra nación. “Vivimos un tiempo de transformación también en lo religioso. Nosotros somos parte del pueblo: la Iglesia es un médico que va a Venezuela a salvar vidas, es un cuentapropista… En la misma medida en que el país se transforma, nosotros también nos transformamos”.

Tenemos –precisó- una iglesia más preparada, más fortalecida y más consciente de su país. “Estamos unidos para servir. Estamos dando señales de esperanza, desde la voz de los pueblos de América”.

El bloqueo económico que impone el gobierno de los Estados Unidos a Cuba extiende sus tentáculos no solo en la vida cotidiana de los que viven en la Isla: de esa absurda realidad también fueron víctimas los líderes religiosos protestantes

Del 20 al 26 de mayo, La Habana se convierte en la capital del ecumenismo latinoamericano. Unos 300 representantes de los 21 países que integran este Consejo, se dan cita para abrazar ese desafío mayor que es la defensa de la vida,

El CLAI, que posee 34 años de existencia y que representa a más de tres millones de personas en la región, elegirá igualmente en esta ocasión a su nueva directiva

Entre los principales desafíos del CLAI, estan la defensa de una educación integral, cuidar del planeta, y la importancia de la soberanía alimentaria y de la sustentabilidad de nuestras naciones

Uno de los aportes fundamentales que le hizo la región a este movimiento fue la importancia de la Educación en cada una de las acciones

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