Descendencia, prevención y autoresponsabilidad

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

La mitad de los embarazos en el mundo no se planifican. La tendencia confirma la espontaneidad con que se asume un proceso de la vida que exige prevención y autoresponsabilidad, por las connotaciones que tiene.

Desde la etapa preconcepcional, dijo en la Mesa Redonda de este viernes la Doctora Beatriz Marcheca, directora del Centro Nacional de Genética Médica, hay que realizar un grupo de acciones que garanticen un embarazo exitoso. “Momentos muy importantes en la formación del bebé ocurren en las primeras dos semanas. Si no se planificó entonces el embarazo se corre el riesgo de que durante esos importantes eventos para la formación de los órganos se den deformaciones congénitas”.

Explicó que hay medicamentos que desencadenan esos problemas, como el captopril. El cigarro también provoca el parto pretérmino, o afectaciones en el sistema nervioso central. “Por todas estas situaciones recomendamos siempre la planificación de la maternidad”.

Durante su intervención, insistió en que las mujeres en edad reproductiva deben tomar el ácido fólico, de hecho, se recomienda que lo tomen al menos tres meses antes de la concepción, ya que es determinante tener una reserva de las vitaminas que te proporciona en el momento de la fecundación.

Además, comentó que este medicamento no solo prepara a la mujer para el embarazo, sino que previene enfermedades cancerígenas y evita malformaciones en el sistema nervioso central y vascular de los bebés.

La doctora María Dolores Noa, directora del Centro de Genética Médica de Villa Clara, sostuvo que las pruebas genéticas no se le hacen a todas las embarazadas, sino que es a partir de un seguimiento médico cuando se determina si es necesario o no. “En consulta se estudian las situaciones que pueden incrementar la morbilidad y durante las diversas etapas del embarazo se hacen estudios según la condición de riesgo. Todo ello ha permitido que de un 40 por ciento de muertes por malformaciones congénitas, se haya disminuido a un 20 por ciento”.

Añadió que a las embarazadas con más de 37 años, sí se les hacía un examen genético para diagnosticar enfermedades cromosómicas. “Muchas mujeres temen hacerse esta prueba porque piensan que pueden perder el embarazo, pero las tasas se comportan por debajo del uno por ciento, porque la técnica se ha estandarizado y los médicos tienen total conocimiento de este protocolo”.

El doctor José Adalberto Oliva enfatizó en que la consulta preconcepcional tiene una gran trascendencia, y lo más importante es lograr que el esposo asista junto a ella. “Hemos comprobado que cuando eso ocurre, hay todo un cambio de actitud en la pareja que propicia un ambiente más favorable. Hay una comunión en esta responsabilidad”.

De hecho, apuntó, algunas personas tienden a negar el antecedente familiar de alguna malformación, y esta consulta facilita la necesidad de transparentar todo por el bien del bebé. Y si no lo dice la futura mamá, lo admite el futuro papá.

El doctor subrayó que si no se asiste a la consulta preconcepcional en el momento en el que se aspira a quedar embarazada, entonces hay que hacerlo justo cuando hay una ausencia de la menstruación, de esta manera se puede hasta sospechar de manera precoz de un embarazo ectópico.

El Programa Materno Infantil que se despliega en todo el país, apuntó, persigue que se logren embarazos óptimos. “Por ello desde el primer trimestre se buscan los marcadores para ver el riesgo de una anomalía cromosómica. De esta manera las malformaciones severas se pueden interrumpir sin mayores riesgos. Y en la segunda etapa se ratifica lo que el feto pudiera tener, además de que se busca si hay un embarazo gemelar”.

Para la doctora Araceli Lantigua, la pareja en Cuba tiene la autonomía para decidir con total responsabilidad si desea continuar con el embarazo una vez que se le alerte de que viene con defectos congénitos. “Hay muchos de ellos que son compatibles con la vida, por ello una vez que son detectados, y se declaran y se pone al corriente a la pareja y esta decide tener al bebé, hay equipos multidisciplinarios, en los tres niveles de salud, entrenados para el seguimiento de estos niños”.

Existe la posibilidad, aclaró, de que alguno de estos defectos no se diagnostiquen durante la etapa del embarazo, y que luego se evidencie durante su desarrollo, por ello también existe toda una red de genética médica para dar seguimiento médico a estos casos. Entre lo que se aplica está la toma de sangre en el carcañal a los cinco días de nacido el bebé, que permite detectar cinco enfermedades metabólicas y que facilita corregirlas tempranamente.

La doctora Beatriz Merchaca aludió a que este es un programa costoso pero que a las personas no les cuesta, y forma parte de las bondades de nuestro sistema de salud, que nos permite identificar tempranamente cualquier signo o síntoma de una malformación congénita.

En la Mesa Redonda los especialistas respondieron las siguientes interrogantes ¿Cómo prepararse adecuadamente para concebir un embarazo minimizando el riesgo de malformaciones congénitas? ¿Qué opciones para el diagnóstico prenatal están disponibles en el país?

Momentos muy importantes en la formación del bebé ocurren en las primeras dos semanas. Si no se planificó entonces el embarazo se corre el riesgo de que durante esos importantes eventos para la formación de los órganos se den deformaciones congénitas.

En consulta se estudian las situaciones que pueden incrementar la morbilidad y durante las diversas etapas del embarazo se hacen estudios según la condición de riesgo.

El doctor José Adalberto Oliva enfatizó en que la consulta preconcepcional tiene una gran trascendencia, y lo más importante es lograr que el esposo asista junto a ella.

La pareja en Cuba tiene la autonomía para decidir con total responsabilidad si desea continuar con el embarazo una vez que se le alerte de que viene con defectos congénitos.

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