La televisión cubana estrenó este domingo la serie “El que debe vivir” que, en ocho capítulos, relatará algunos de los 638 atentados registrados en más de medio siglo contra el líder de la Revolución de 1959.

El capítulo inicial, emitido en horario de máxima audiencia, registra en una hora y diez minutos los primeros intentos para eliminar físicamente a Castro antes del triunfo de la tropa rebelde que comandó contra el ejército del presidente Fulgencio Batista.

Esta entrega se refirió a las primeras conspiraciones para hacer abortar los preparativos en México de la expedición armada del yate ’Granma’ dirigida por Castro, quien con un grupo de jóvenes seguidores desembarcó en la región oriental de la isla, donde se alzaron en la Sierra Maestra e instalaron su campamento guerrillero.

En particular relata el caso del campesino Eutimio Guerra, que fue colaborador del grupo guerrillero, pero que fue reclutado por el ejército de Batista con la misión de matar a Fidel Castro y conocer los planes de los rebeldes. Guerra reveló al ejército la localización de los guerrilleros y la aviación de Batista comenzó a hostigarlos con bombardeos, pero Castro había ordenado dispersar su tropa porque desconfió del campesino, quien finalmente fue capturado y, tras reconocer su traición, ajusticiado por los revolucionarios.

La promoción previa de la teleserie comenta que “la vida de Fidel siempre estuvo en peligro” y que cada capítulo “refleja una época diferente, con un plan de atentado al menos, que lleva la línea dramática”.

El director, Rafael Benítez, explicó que fue concebida como una historia en la que los realizadores utilizan “una mezcla de géneros” para “darle más información al espectador alrededor de los hechos”. La producción duró tres años y sus realizadores aseguran que es la mayor realizada por el Instituto Superior de Ciencias Policiales del Ministerio del Interior.

En los rodajes intervinieron 243 actores y actrices, algunos de ellos rostros muy populares de telenovelas y dramáticos, además de 800 extras y figurantes. Según adelantaron medios locales, el último capítulo recoge detalles de un atentado que se frustró en noviembre de 2000, que iba a ser ejecutado durante la asistencia de Castro a un acto en el Paraninfo de la Universidad de Panamá, durante la X Cumbre Iberoamericana.

Recuerda que la lista de intentos de magnicidio contra el líder cubano incluyó desde planes con bombas, francotiradores y gases tóxicos, puros o batidos de leche envenenados, hasta otros más sofisticados como el uso de la sustancia alucinógena LSD en un estudio de televisión. Las autoridades cubanas calculan al menos una decena de intentos frustrados en cumbres y visitas internacionales realizadas por Fidel.