Dos manifestaciones rivales se realizan hoy en Saná, capital de Yemen, ante la gravedad de la crisis política que se profundiza en ese país árabe a más de dos meses del inicio de las protestas contra el régimen del presidente Alí Abdullah Saleh.

Aunque en forma previa, representantes del gobierno y la oposición acordaron evitar la confrontación, decenas de miles de personas han salido a las calles de la capital yemení tras terminar la jornada tradicional de los rezos musulmanes del viernes.

En medio de temores de un brote de violencia, decenas de miles de partidarios del régimen con banderas y pancartas se reunieron en las plazas de la capital yemení, pasando por los puestos de control establecidos por las fuerzas de seguridad equipadas con armas de fuego.

“La gente quiere Ali Abdullah Saleh”, gritaban los participantes en la marchas que portaban grandes retratos del presidente de 69 años de edad y quien cumplió más de tres décadas en el poder.

Las fuerzas leales al régimen mataron a 52 manifestantes opositores el pasado 18 de marzo, cuando reprimieron una protesta por lo cual este viernes mantienen a las marchas rivales separadas a una distancia prudente.

Desde el baño de sangre, el régimen de Saleh se ha visto afectado por una ola de deserciones, incluso entre las filas de los militares.

Sin embargo, los manifestantes pro-democracia, que exigen la salida inmediata del gobierno de Saleh, han cancelado una de las marchas que estaba prevista en el palacio presidencial por temor a una ola represiva.

“No queremos un enfrentamiento con los partidarios del presidente”, dijo Adel al-Walibi, un líder de las protestas, reportó el canal árabe de noticias Al Arabiya.

La mayor protesta de la oposición se realiza en las afueras de la Universidad de Saná, escenario de la sangrienta represión.

Ante la nueva jornada de revueltas y manifestaciones contra el presidente de Yemen, el mandatario realizó este jueves una nueva oferta a los opositores que piden en las calles de las principales ciudades su renuncia inmediata.

El jefe de Estado propuso permanecer en el poder hasta la realización de elecciones, con la condición de transferir sus poderes a un gobierno provisional.

El presidente yemení presentó su planteamiento al jefe del partido islamista, Islah Mohammed al-Yadoumi.

‘La oposición podría escoger un jefe de gobierno de su propia elección y habrá comicios parlamentarios al final del año’, dijo un vocero de la oposición al referirse a la oferta de Saleh, que también fue rechazada.

(Con información de Notimex)